Gran Diccionario de Mitología Egipcia – Letra K

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Elisa Castel Ronda – Enero de 2004

KA

KA
KA

TRANSLITERACÍON: kA
NOMBRE EGIPCIO: KA
ICONOGRAFÍA: Aspecto humano con dos brazos posados sobre la cabeza y levantados en ángulo recto, con las manos extendidas y las palmas hacia arriba, en acto de adoración. Puede aparecer el símbolo sin ninguna manifestación humana o animal bajo él. Figura humana modelada sobre un torno de alfarería.

SINOPSIS: Presente en los textos desde el Reino Antiguo, más que un dios es un concepto de difícil traducción, uno de los elementos anímicos que formaban la parte espiritual del hombre, junto al aj, el ba, el nombre, la sombra y el cuerpo físico.
Tradicionalmente, ha sido mal traducido como espíritu, pero esta equiparación se revela insuficiente y problemática ya que el ka es una fuerza que da vida al individuo y que está asociado al cuerpo temporalmente.
El ka protege al hombre mientras vive y permanece como protector tras la muerte, siempre que se cumplan unos ritos específicos, ya que está ligado a la alimentación. En algunos contextos parece transmitir un sentido de poder intelectual y espiritual.
Se ha interpretado como la fuerza vital del individuo que se crea como su gemelo, dirigiéndose en el momento del nacimiento, el uno a la tierra y el otro al Mundo del Más Allá. El ka fue traducido por Gaston Maspero (1893) como “doble vital”, aunque también se ha empleado el término “gemelo”, y aunque la traducción no se ajusta al concepto real de este componente espiritual, en cierto modo así lo encontramos en la iconografía. Por ejemplo, el templo de la reina Hatshepsut en Deir el-Bahari recoge, en uno de sus relieves, al dios hacedor y alfarero Jnum, modelando al hombre y a su ka en su torno.
Poseedores de kas eran tanto los hombres como los dioses (sobre los 14 kas de los dioses) y ambos tenían lugares específicos para su culto.
El ka es un elemento importantísimo que constituye “la fuerza vital”, aquella que se siente, pero no se puede ver; sin embargo, necesita ser alimentado y recibir bebida para su subsistencia a manos de “los sacerdotes del ka” o, en su defecto, las vituallas que se representaban en los muros o mesas de ofrendas y que se ubicaban en las tumbas, La falta de estas provisiones causaba la desaparición del ka y, por tanto, desaparecía la esperanza de vida tras la muerte. Por ello, las ofrendas iban acompañadas de una frase “tipo”: “Ofrenda para su ka”. Es decir, siempre que el ka viviera en la eternidad, se garantizaba la vida eterna del individuo. Es evidente que el ka no se nutría de la sustancia física de los alimentos, sino que tomaba de ellos su esencia espiritual. Así el soporte material servía para la alimentación de los sacerdotes encargados de su culto.
Los alimentos y algunos objetos inanimados y, sobre todo, las estatuas que representaban al fallecido, también tenían ka y éste era su soporte.
El ka acompaña al individuo tanto en su vida terrenal como en la de ultratumba, siempre atado al ente físico. Él era el encargado de anunciar a los dioses la llegada del rey en los Textos de las Pirámides.
Cuando acaece la muerte, es este elemento el que queda adormecido y al que hay que reanimar mediante los ritos mágicos de los funerales.
El ka era invisible, permanecía junto al hombre hasta su muerte, momento tras el cual se unía a la divinidad. Era un elemento individual y distinto para cada persona, el que marcaba el “Ser y el Cómo” de todo individuo.

KAMUTEF

KAMUTEF

TRANSLITERACÍON: kA-mwt.f
NOMBRE EGIPCIO: KAMUTEF
NOMBRE GRIEGO/ROMANO: KAMEFIS
ICONOGRAFÍA: Adopta la forma de un toro. Deidad masculina itifálica.

SINOPSIS: Dios solar que fecunda a su propia madre. Realmente, más que una divinidad es un título que se aplica a otros dioses cuando se quiere enfatizar su función fértil y creadora. Éste pudo ser originario del dios Ra, pero a comienzos de la dinastía XVIII se convirtió en un epíteto de Min y de Amón, siendo representados con apariencia itifálica. El nombre significa “Toro de su Madre”, en relación con la fecundación de la vaca sagrada que hace nacer al Sol cada mañana, convirtiéndoles en dioses demiurgos, a la vez de remarcar la imagen poderosa y combatiente de la divinidad que se conecta a la acción del Sol, en el acto diario de fecundar y penetrar el cuerpo de la diosa Nut. Él renacerá bajo la manifestación de un ternero.
De forma paralela, también aparece como una deidad en sí misma que engloba ambas cualidades del ser y sevincula con el ka, pudiendo interpretarse como el lugar donde se aloja el doble del rey o de los dioses.
No debe confundirse con Kematef.

KEMATEF

KEMATEF

TRANSLITERACÍON: Km-At.f
NOMBRE EGIPCIO: KEMATEF
ICONOGRAFÍA: Una serpiente (Medinet Habu).

SINOPSIS: Es un aspecto primitivo y creador de Amón que, en Baja Época, se asimiló al Amón tebano, en su forma de Amenemope. Se interpreta como el ba de Amón de Tebas y su nombre significa “Aquel que ha Completado su Tiempo”.
En Medinet Habu tiene aspecto de serpiente primigenia y está acompañado de otro ofidio llamado Irto “Aquel que crea la Tierra”, surgido de Kematef. Nació del interior de un huevo.
Según la cosmogonía de Jonsu, Amón Ra, hijo de Kematef, era el hijo mayor de la ogdóada de hermópolis. Él había nacido en Hermópolis y después se trasladó a la colina de Dyedme, en Tebas Oeste, escogiendo la forma de serpiente (Kematef); aquí fue donde se manifestó bajo el nombre de Jonsu.
En consecuencia, el Amón tebano, en su entidad de Amenemope, debía viajar cada cierto tiempo a la orilla Occidental de Tebas para renovar con su visita sus características primordiales.
No debe confundirse con Kamutef.

KEM-UR

KEM-UR

TRANSLITERACIÓN: km-wr
NOMBRE EGIPCIO: KEMUR
ICONOGRAFÍA: Hombre con cabeza de toro o de halcón y sosteniendo un ojo en cada mano. Bajo su manifestación animal toma la forma de un toro negro.

SINOPSIS: Deidad remota que aparece en los Textos de las Pirámides y que permanece hasta el Periodo Romano. Su nombre significa “El Gran Toro Negro”. Se asoció desde la dinastía IV a Jentyjaty, del que absorbió características solares y era esposo de la vaca Juyt.
En el Libro de los Muertos es una designación de Ra pero, a la vez, bajo el epíteto de Kem, encontramos uno de los catorce “kas ” de Ra.
Estaba relacionado con la fertilidad y, como tal, adquirió aspectos que le llevaron a ser entendido como una forma de Osiris, por la acción física del resurgimiento de la vegetación, que enfatiza su color negro. Una tradición local hacía de Kemur patrón de la leche que ofrecía para que Shu y Tefnut pudieran refrescarse. De tal modo ésta se puso en conexión con la utilizada en el culto de Osiris, integrándose en el círculo mitológico del dios.
Cuando aparece en forma humana, con cabeza de halcón, y dos ojos, uno en cada mano (el Sol y la Luna), se le de-nomina Hor Merty.


Este trabajo es cortesía de la Editorial Aldebarán y de su Autora Elisa Castel. Ambos nos han concedido permiso expreso para reproducir gratuitamente en nuestras páginas una síntesis del libro “Gran Diccionario de Mitología Egipcia”.

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