Jaume Vivó – Noviembre 2009
El 1 de octubre de 2009 se inauguró, en el “Museu d’Arqueologia de Catalunya de Barcelona” (MAC), la exposición “Visions d’Egipte, Oxirrinc: ahir i Avui” que permanecerá abierta hasta el 10 de enero de 2010. Esta muestra recopilatoria está formada por más de sesenta fotografías tomadas durante las distintas campañas de excavación en el yacimiento de Oxirrinco, situado en la orilla izquierda del Bahr Youssef a 190 km al sur de El Cairo, cerca de El-Bahnasa, en el Egipto Medio, emprendidas por un equipo multidisciplinar dirigido desde 1992 por el Dr. Josep Padró, catedrático de la Universidad de Barcelona y presidente de la “Societat Catalana d’Egiptologia“.
Esta exposición, que ahora podemos contemplar en el MAC ampliada con paneles explicativos y varias piezas arqueológicas, se realizó inicialmente con motivo de un coloquio realizado en el mes de abril de 2007 en Cabestany (Languedoc-Roussillon, Francia) organizado por la asociación Terre d’Égypte, bajo la supervisión científica del profesor Jean-Claude Goyon.
La exposición está dividida en cuatro ámbitos principales; el primero nos muestra la historia del yacimiento de Oxirrinco con un resumen de las primeras excavaciones que allí se realizaron desde finales del s. XIX. El siguiente apartado está dedicado a la llamada Necrópolis Alta, descubierta fortuitamente por unos excavadores clandestinos en 1982 cuando estaban saqueando una tumba del Período Saíta (dinastía XXVI), y que fueron descubiertos y apresados por las autoridades egipcias. A partir de este momento el Servicio de Antigüedades Egipcias se hizo cargo del lugar dirigiendo las excavaciones Mahmoud Hamza hasta 1992. Los trabajos realizados en esta necrópolis comprenden distintos sectores que muestran las diferentes ocupaciones en épocas sucesivas desde el período saíta hasta los siglos V-VI d.C.
El tercer ámbito está dedicado a los trabajos emprendidos en el Osireion, descubierto una vez más por la policía del Servicio de Antigüedades cuando en el año 2000 unos ladrones intentaban extraer una gran estatua del dios Osiris del subsuelo de este templo. Es posible que este emplazamiento fuera conocido desde los años 1950 por los lugareños, que lo denominaban “templo de Ramsés”, probablemente al confundir la gran estatua de Osiris con la de un coloso de Rameses. El cuarto ámbito está reservado a la fortaleza paleobizantina edificada fuera de las murallas de la ciudad y que en el s. VII d.C. sufrió la conquista árabe.
Junto a estos cuatro ámbitos de exposición se presentan una serie de fotografías y paneles explicativos con las últimas sorpresas que ha ofrecido hasta la fecha el prometedor yacimiento de Oxirrinco, así como varias fotografías de la vida cotidiana de los actuales habitantes de la zona de El-Bahnasa. Completa la exposición un papiro procedente de Oxirrinco perteneciente a la colección del Archivo Histórico de los Jesuitas de Cataluña, dos figuras de bronce del pez oxirrinco procedentes de una colección particular, y pertenecientes a la colección del Museu d’Arqueologia de Catalunya, un halcón de madera representando al dios Sócares, dos escarabeos y una bella estatua de basalto negro de un alto magistrado de época ptolemaica presidiendo la sala principal.
Visions d’Egipte Oxirrinc[1]
Un mito egipcio nos cuenta que, cuando el dios Set mató a Osiris, le cortó el cuerpo en catorce trozos, que repartió por todo Egipto; Isis, esposa y hermana de Osiris, los encontró y los fue enterrando todos excepto el pene, que Set lo había lanzado al río. Para proteger esta parte, un pez oxirrinco se lo comió y en la localidad donde tuvo lugar este episodio, se fundó Oxirrinco. En época grecorromana se convirtió en una de las tres ciudades más importantes de Egipto junto con Alejandría y Antinópolis, produciendo millares de papiros que fueron descubiertos a finales del siglo XIX.
La exposición “Visions d’Egipte. Oxirrinc, ahir i avui” (Visiones de Egipto: Oxirrinco, ayer y hoy) muestra, con más de sesenta fotografías, el pasado y el presente de la denominada ciudad de los papiros. La muestra es el resultado de los trabajos de excavación llevados a cabo por la Missió Arqueològica d’Oxirrinc, una tarea que continúa porque la ciudad todavía esconde otras muchas sorpresas.
Per-medyed, Oxyrhynchos, Pemdyé, el-Bahnasa…
Oxirrinco ya existía en época faraónica, cuando era conocida como Per-medyed. Gracias a una ubicación estratégica en la confluencia de rutas comerciales provenientes del desierto libio del norte y el sur del país, la ciudad llegó a ser en el s. VIII aC, capital de la XIX circunscripción (nomo) del Ato Egipto. El Bahr Youssef, el curso de agua que todavía hoy pasa al lado, permitía reconducir las mercancías hasta el delta y el Mediterráneo, y también hacia el mar Rojo.
Oxirrinco, el pez con la nariz puntiaguda, manifestación de la diosa Tueris, fue el nombre escogido por los griegos para designar la ciudad que volvieron a fundar con criterios urbanísticos elaborados en el sí de la Mediterránea. Grandes avenidas con columnatas organizaban las parcelas destinadas a diversos edificios públicos, como el teatro, el gimnasio o el ágora, así como las viviendas de sus habitantes, a menudo construidas con adobes y siguiendo las formas tradicionales de Egipto.
En época cristiana, la ciudad cambia de nuevo su nombre. Pemdyé es una ciudad muy rica y llena de vida, debido a la gran cantidad de iglesias y monasterios que se edifican. La ciudad bizantina, que remodela la antigua Oxirrinco siguiendo nuevos criterios, adquiere una gran carga mística y se convierte en lugar de peregrinación para cristianos y, más tarde, para los creyentes musulmanes.
Finalmente, después de la conquista árabe, la ciudad inicia un repliegue que supone el abandono de gran parte de la que había sido la ciudad grecorromana. Este hecho permite actualmente estudiar esta importante ciudad en toda la profundidad histórica que le corresponde.
Cien años de trabajos arqueológicos en Oxirrinco
Las primeras imágenes que tenemos de época moderna del yacimiento corresponden a Vivant Denon, miembro de la expedición de Napoleón. Pero en Oxirrinco no se empezó a excavar hasta finales del siglo XIX. En 1897 llegaron a El-Bahnasa los ingleses Bernard Grenfell y Arthur Hunt que excavaron en la zona conocida como la Necrópolis Alta. El resultado fue espectacular: miles de papiros, la mayoría escritos en griego, que han proporcionado datos de la ciudad, tanto por lo que corresponde a la economía como a la religión, la cultura o la vida cotidiana.
En los años 80, el Servicio de Antigüedades Egipcias retoma las excavaciones de la Necrópolis Alta y el yacimiento vuelve a la vida. Actualmente, un equipo catalán dirigido por el doctor Josep Padró excava el yacimiento desde 1992. Desde el 2004, los trabajos han recibido el apoyo de la Generalitat de Catalunya, la Universidad de Barcelona, la Universidad Rovira i Virgili, el Institut Català d’Arqueologia Clásica, la Societat Catalana d’Egiptologia y de otras instituciones.
Además de la documentación de los descubrimientos hechos por equipos anteriores, nuestra misión ha puesto al descubierto una necrópolis que abarca desde la época faraónica hasta la árabe, así como un templo dedicado a Osiris y diversas estructuras fuera de la muralla que nos ayudan a entender la importancia de la antigua Oxirrinco.
La Necrópolis Alta, un cementerio con 1000 años de ocupación
Los espacios destinados a los muertos (necrópolis) de Oxirrinco se situaban al límite mismo del desierto, al oeste de la ciudad grecorromana. La necrópolis más antigua, llamada Necrópolis Alta, estaba situada en un lugar elevado y de singular importancia para la historia del yacimiento. Fue utilizada a lo largo de más de 1000 años, desde la época faraónica (dinastía XXVI) hasta los primeros momentos de la ocupación árabe. Esta utilización como cementerio durante tanto tiempo nos ha permitido conocer la evolución de las estructuras funerarias y los rituales de enterramiento. Además, es en esta zona donde se encontró la colección de papiros más importante descubierta hasta la actualidad.
Las tumbas más antiguas son de piedra y cubiertas con una bóveda. Algunas son simples, de una sola cámara; otras forman complejos familiares con diversas estancias. La tumba más importante y la que más información nos ha proporcionado es la número 1, una tumba familiar con siete estancias. En el interior hemos encontrado sarcófagos, un techo imitando el firmamento nocturno y diversos textos jeroglíficos. La otra gran tumba es la número 14 con once habitaciones, un altar y parte del ajuar funerario que debía estar destinado a los personajes importantes de Oxirrinco.
La necrópolis continuó en uso durante el período grecorromano, con tumbas que seguían la tradición faraónica, pero que incorporaban nuevas formas arquitectónicas. Algunas estaban decoradas con motivos relacionados con el culto de Osiris o con el pez oxirrinco.
Finalmente, en época bizantina, se construyeron nuevos edificios para despedir a los difuntos, como la llamada Casa Funeraria, con unas pinturas de temática cristiana de gran interés.
El Osireion, el templo de Osiris
En el año 2000 se localizó, de manera fortuita, el Osireion, un templo subterráneo dedicado a Osiris que ha sido muy significativo para el conocimiento de los cultos de época tardía en Egipto.
El monumento evoca la tumba del dios Osiris por la elevación, parecida a un túmulo sobre la superficie del terreno, y tiene como elemento central la cámara donde descansa la estatua del dios, una imponente figura de piedra de más de 3 metros de altura, a la que se rendía culto.
Todo el recinto estaba protegido por una muralla que delimitaba el témenos o espacio sagrado, que ocupa más de una hectárea. En el exterior, los sacerdotes realizaban ofrendas diarias a la divinidad, mientras que en el interior cada año se hacía un ritual que culminaba con el entierro en pequeños nichos de simulacros del dios Osiris.
Después de varias campañas de trabajos arqueológicos, se ha conseguido fijar la estructura del monumento, y el estudio de todos los datos nos ha permitido profundizar en uno de los rituales más sagrados de la cultura egipcia.
La fortaleza paleobizantina, un espacio fuera murallas
La ciudad de Oxirrinco del período paleobizantino estaba muy extendida y densamente poblada. Más allá de los muros y bastiones de su muralla, el suburbio se presentaba como un campo bien ordenado y fértil donde convivían los mausoleos funerarios con los espacios productivos. La intensa actividad agrícola del nomo (demarcación administrativa) y su importancia comercial como cruce de caminos, propició la aparición de dominios agrícolas muy extensos, pertenecientes a familias de notables con negocios por todo el país.
Las fotografías aéreas hechas con una cometa permitieron visualizar en la desértica zona del yacimiento, un gran dominio con funciones residenciales y productivas. En este sitio vivía una pequeña comunidad dependiente del propietario, que debía incluir unos cuantos religiosos para hacerse cargo de las capillas de culto.
Los diferentes sectores del dominio configuran un recinto de adobe con torres de vigilancia y contrafuertes en los ángulos. El nombre de fortaleza evoca la necesidad de protección de esta comunidad que, a principios del siglo VII dC, vivió la conquista árabe. Durante un tiempo, los árabes ocuparon la fortaleza y construyeron una poderosa torre que utilizaba los espacios que habían estado dedicados al culto cristiano, pero poco a poco el lugar quedó abandonado.
Las sorpresas de Oxirrinco
Las sorpresas de la Necrópolis Alta
Más al norte de la tumba número 1 se localiza un conjunto de entierros de época grecorromana, que imitan la arquitectura funeraria de época saíta. Aprovechando al máximo el terreno, se encuentran desde tumbas con escaleras de acceso y reminiscencias faraónicas, hasta simples hipogeos con sarcófagos en el interior. El espacio reducido de esta zona hace que las tumbas casi se superpongan y que, a veces, sea difícil de saber donde comienza una y donde acaba la otra. El estudio de estas estructuras permitirá conocer mejor las costumbres funerarias de este momento.
La Tumba 19
Durante la campaña de 2008, se amplió la excavación en la Necrópolis Alta hacia la zona del sur. En este nuevo sector se pusieron al descubierto tres tumbas de piedra calcárea blanca de época grecorromana. La excepcionalidad de estas estructuras es debida al buen estado de conservación de una de ellas (tumba nº 19) y en la decoración pictórica de la tumba número 18. La estructura arquitectónica es parecida a la de las tumbas que se encuentran en el sector norte de la necrópolis e incluso, la decoración pictórica repite los temas mitológicos con la presencia del pez oxirrinco.
Novedades del Osireion
La estructura principal del exterior de las catacumbas es un pequeño templo en T inscrito en un cuadrado de 15 metros de lado. Los muros de adobe se apoyan directamente en la roca, ligeramente excavada como una trinchera de cimentación. En el interior del recinto, todavía se conservan algunos restos del enlosado calcáreo del pavimento. En el centro se encuentra la entrada principal del Osireion.
Al este y al sur del templo hay una extensa zona donde se realizaban las ofrendas diarias a la divinidad. También se ha recuperado un recipiente para las ofrendas líquidas y las libaciones. Cada día, un sacerdote ofrecía una libación de leche a la divinidad. Esparcidos por toda la superficie, había una gran cantidad de fragmentos de cerámica, de pequeños vasos de ofrenda y tapones de ánfora relacionados con la ofrenda de vino al dios Osiris.
Se puede datar la última ocupación de este sector en la época del emperador Adriano (siglo II), gracias al conjunto de monedas localizado.
Últimos descubrimientos de la fortaleza
Durante el año 2004, mientras se hacía una prospección intensiva de los alrededores de la ciudad de Oxirrinco, se localizó un grupo de colinas con materiales arqueológicos. Las fotografías obtenidas desde una cometa permiten hacerse una idea de conjunto de los edificios enterrados bajo las dunas, como en el caso de la fortaleza. El dominio mide más de una hectárea de superficie, y contiene sectores diversos donde se están haciendo excavaciones selectivas para comprender el significado histórico y monumental del conjunto.
[1] Textos tomados de los paneles explicativos de la exposición realizados por Núria Castellano, Maite Mascort y Eva Subías.
Síguenos en Facebook https://www.facebook.com/amigos.egipto para estar al día de noticias, eventos y artículos relacionados con el antiguo Egipto.