Memoria preliminar de las excavaciones de la campaña de 2014 en El-Bahnasa, Oxirrinco, (Minia, Egipto)
Josep Padró, Bibiana Agustí, Hassan Amer, Dolors Codina, Marguerite Erroux-Morfin, Jérôme Gonzalez, José Javier Martínez, Maite Mascort, Esther Pons, Irene Riudavets y Wim van Neer.
Introducción
La campaña de excavaciones del año 2014 en el yacimiento arqueológico de Oxirrinco (provincia de Minia), ha tenido lugar del 11 de marzo al 9 de abril. El objetivo era continuar las excavaciones comenzadas en diferentes lugares de la “Necrópolis Alta” en años anteriores, a fin de poder interpretarlos mejor y de continuar su consolidación.
Los trabajos más espectaculares se han realizado en el sector 24, y más precisamente entre los dos pórticos paralelos, integrados cada uno por dos hileras de columnas que siguen la dirección este-oeste. Durante la campaña de 2013 detectamos la presencia de una especie de cripta, una construcción subterránea, en medio de los dos pórticos, construida con bloques de piedra bien escuadrados. Las paredes estaban decoradas con pinturas más o menos bien conservadas, con inscripciones y graffiti coptos. La excavación se hizo difícil debido a los numerosos elementos arquitectónicos que contenía: capiteles de órdenes diferentes, bloques cuadrangulares, fustes de columna rotos de piedra caliza, granito, arenisca, frisos e incluso una columna entera monolítica de granito. Todos estos elementos estaban mezclados.
Para poder seguir aquí los trabajos, en esta construcción monumental que hemos llamado estructura 38, y poder vaciar esta especie de cripta, hemos tenido que utilizar una vagoneta tipo Decauville con sus raíles, un trípode y un polipasto, con los que hemos extraído una cincuentena de elementos. Por ejemplo, en un solo día hemos llegado a sacar más de tres toneladas de material. Al mismo tiempo, se ha consolidado el muro Sur, así como las pinturas murales, y se han calcado las inscripciones. Aquí han trabajado el arquitecto E. Algorri, el ingeniero de minas R. Matías, el arqueólogo JJ Martínez, el restaurador B. Burgaya y la epigrafista M. Erroux-Morfin.
Habrá, sin embargo, que continuar los trabajos para terminar la excavación de esta estructura, para comprender mejor cómo todos estos elementos diferentes y de épocas también diferentes, han podido ir a parar dentro de esta infraestructura, de 3,70 metros de profundidad, con nichos y cámaras anexas, y reutilizada sin duda, en la época copta. La gran cantidad de material arquitectónico encontrado procede de las columnatas superiores, pero hace pensar que una parte, al menos, ha sido arrojada ahí expresamente. La conclusión provisional, de momento, es que se trata de la parte subterránea de un edificio de culto, un templo, cuya superestructura ha desaparecido. La estructura subterránea, de planta cuadrangular provista de nichos, tenía su acceso desde la superficie, con anexos todavía sin excavar. Y una última observación: al mirar las fotos aéreas realizadas por JJ Martínez una vez la estructura vacía y limpia, nos hemos dado cuenta de que ésta no está bien alineada con las hileras de columnas de la superficie que la encuadran. De esta observación sólo se puede deducir una conclusión: que la construcción subterránea es más antigua que los porches, y que por tanto ya existía cuando éstos fueron construidos.
La otra estructura, la excavación de la cual, ha sido continuada es la estructura 15, situada en el norte de la tumba saíta 14, en el sector 23. Esta estructura, muy arruinada, fue descubierta y parcialmente excavada durante las campañas de 2006 y 2007. Su excavación ha continuado hacia el norte, hasta topar con el recorte vertical del djebel, pudiendo así completar su planta. De esta manera pudimos observar que se trata de un edificio muy extenso, de planta rectangular, casi destruido por completo ya en la antigüedad, y construido a un nivel cercano al de la fundación de las tumbas 14 y 1, ambas de época saíta, para lo cual fue necesario que los constructores excavaran y cortaran en vertical previamente el terreno natural, el djebel, para poder construir después dentro de la excavación la estructura en cuestión, tal como se hacía en las tumbas saítas. Debido al estado actual, deplorable, de la estructura 15, no podemos saber si tenía contacto con la cercana tumba 14, encontrada parcialmente destruida precisamente por su lado norte, o bien si se trata de un templo o de un santuario, del que una parte del mortero, sobre el que se asentaban las losas del pavimento, se ha conservado en el ángulo suroeste. Recordemos, al respecto, que en el oeste de la estructura 15 está la pequeña tumba 16, descubierta en 2007. La presencia al lado mismo de un sarcófago antropomorfo de piedra, lleno de estatuillas de Osiris de bronce, nos hizo pensar que podríamos estar en presencia de un templo o de un santuario. Los trabajos de excavación en este lugar han sido realizados por E. Pons e I. Riudavets.
Al norte de la estructura 15, hemos continuado también la excavación de la estructura próxima a la cara este de la tumba 1, estructura a la que se accede por medio de una escalera con los peldaños de piedra y muy bien construida, que ya fueron descubiertos y excavados durante las campañas de 2012 y 2013 (Fig. 1). Nuestra idea era verificar si la estructura en cuestión se relacionaba de alguna manera con la estructura 15, debido a su proximidad y a pesar de la diferencia del nivel de construcción de ambas, lo que hipotéticamente habría confirmado que la estructura 15 formaba parte de un templo. Pero no ha sido así, por lo que en este momento nos inclinamos a pensar, que esta estructura pertenezca a los restos de una tumba saíta destruida. En cuanto a la estructura a la que se accede subiendo por las mencionadas escaleras, también se halla totalmente destruida. Las paredes y puertas de piedra que hay son indudablemente muy posteriores, probablemente de época cristiana. Una pared rectilínea que en sentido este-oeste es precisamente la que atraviesa sobre el pozo de entrada de la tumba nº 1 que cierra por tanto su acceso.
Sólo pudimos detectar los restos de un pavimento de mortero, que seguramente habría servido de soporte a un suelo enlosado de algún edificio. Este pavimento se extiende sobre la estrecha franja del djebel que separa actualmente la excavación al fondo de la cual se asienta la estructura 15 al sur, y la excavación encontrada vacía que se extendía al este de la tumba 1, y que seguramente fue practicada para dar cabida a una tumba saíta que nunca fue construida. Todo ello indica que la construcción a la que conducen las escaleras tenía que ser mucho más extensa que lo que ha quedado, y que pasaba por encima de excavaciones y estructuras de época saíta, siendo en consecuencia posterior. El acceso a esta construcción, ahora sí de tipo religioso, era por su lado este subiendo las escaleras mencionadas. Al pie de estas escaleras había una esfinge, y muy cerca restos arquitectónicos de estilo faraónico, procedentes de la misma construcción, así como el pozo y los depósitos de peces Oxirrinco encontrados en 2012 y en 2013. Recordemos, finalmente, que algunas tumbas romanas están construidas parcialmente sobre los depósitos de peces, de modo que todo este conjunto monumental destruido debe ser necesariamente anterior a la época romana. A todo este conjunto monumental hemos decidido designarlo como estructura 39. Faltos como estamos de textos, como mínimo podemos asegurar que la estratigrafía nos permite datar con seguridad después de la época saíta y antes de la época romana. Señalemos finalmente que hemos continuado el estudio del depósito de peces, encontrado en 2013 en el sector 32, gracias a la competencia de W. van Neer.
Al igual que en años anteriores, hemos continuado el control de las inscripciones de la tumba nº 1, así como el estado de conservación de las pinturas, registrando la humedad interna y las variaciones de temperatura.
En el sector 20, situado al oeste de la tumba 14, donde hay una necrópolis copta que ya habíamos excavado anteriormente, se ha continuado por segundo año consecutivo el estudio antropológico por parte de B. Agustí. Además, la excavación se ha ampliado hacia el sur, donde Hassan Amer, M. Mascort, D. Codina, M. Erroux-Morfin y J. González han encontrado nuevas tumbas, entre ellas la de un joven escriba que tenía, al nivel del cuello, todos sus instrumentos de trabajo: un tintero de bronce lleno de tinta y con su tapadera, y dos cálamos de caña envueltos.
Al lado mismo hemos descubierto una pequeña tumba saíta de piedra, compuesta por dos cámaras, que hemos designado como tumba 37. Y muy cerca, la tapadera de un vaso canòpic con la efigie de Amset, de las mismas dimensiones que otro que representaba a Duamutef, encontrado hace ya varios años. Ambos pertenecen al mismo depósito funerario.
Las excavaciones han continuado también en el sector 26, al sur de la vía porticada, realizadas por E. Pons e I. Riudavets, con la ayuda de B. Agustín. Aquí hemos descubierto las tumbas 35 y 36, de época romana, que contenían algunas momias in situ, una de las cuales llevaba una inscripción griega, desgraciadamente muy dañada. Al lado había una estela también de época romana, con un relieve de un personaje de bastante buena calidad pero al que le falta la cabeza.
Por último, ha sido practicado un sondeo por D. Codina en el interior de la basílica hallada en anteriores campañas en la gran villa-convento de época bizantina situada en el noroeste de las ruinas de Oxirrinco.
Todos los objetos metálicos descubiertos durante la excavación han sido restaurados desde el momento mismo de su hallazgo. Asimismo se ha realizado un control de los objetos depositados en los almacenes procedentes de campañas anteriores, por parte de nuestro restaurador, B. Burgaya. Por su parte, M. Mascort ha continuado el inventario de los numerosos objetos procedentes del Osireion.
Esta campaña ha contado con la colaboración de las siguientes instituciones: las Universidades de Barcelona, de El Cairo y de Montpellier 3 (Université Paul-Valéry); el Museo Arqueológico Nacional de Madrid (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte); el Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña; y la Sociedad Catalana de Egiptología.
La campaña ha sido dirigida por el Prof. Josep Padró, actuando como delegado suyo el Prof. Hassan Amer. También han sido miembros de la misión los arqueólogos Dolors Codina, Marguerite Erroux-Morfin, Maite Mascort, Esther Pons, Irene Riudavets, José Javier Martínez y Jerôme Gonzalez; la antropóloga Bibiana Agustí; el arquitecto Eloy Algorri; el ingeniero de minas Roberto Matías; el biólogo Wim van Neer; el topógrafo Antonio López Cano; y el restaurador Bernat Burgaya. También han participado en la excavación el inspector jefe del almacén del Ministerio de Antigüedades Egipcias Mohamed Kamal y el inspector Ehab Elbolok.
Trabajos de excavación en la estructura 15
Los trabajos de excavación de la Estructura 15 del año 2014 comenzaron el 11 de marzo, y el objetivo principal era terminar de delimitar dicha Estructura que había sido excavada en parte durante las campañas de los años 2006 y 2007, y poder determinar definitivamente su verdadera función.
Para ello, fue necesario excavar todo el perfil norte de este área hasta llegar al nivel geológico de roca sedimentaria.
Con independencia del estrato superficial, dicho perfil constaba de dos grandes estratos. Un primer estrato (23094) muy potente de tierra de color marrón, gruesa, con gran cantidad de cantos rodados y fragmentos de piedra. En él se localizaron bastantes monedas de bronce en mal estado de conservación y de difícil identificación; una cruz copta de bronce con decoración circular incisa en el centro, diversos restos de lucernas de época copta con decoración esquemática de rana en algunos casos, y con motivos geométricos en otros (Fig. 2); fragmentos de ánforas con inscripción griega/copta pintada en color rojo y vinoso oscuro; 54 vasitos de arcilla (Fig. 3) de base plana y paredes rectas (muchos de ellos estaban fragmentados), y una cabeza masculina de piedra con los rasgos faciales muy deteriorados y poco delimitados.
Por debajo de este estrato, apareció otro estrato de tierra de color amarillento, gruesa y con pequeñas piedras (23096). En un principio se empezó a distinguir por el N.E. y a medida que íbamos excavando se fue extendiendo hacia el N.O.
En este nivel se hallaron cinco fragmentos de ushebtis (2 cabezas, dos cuerpos y unas piernas), de fayenza de color verde claro, aunque estaban en bastante mal estado y gran parte del color se había perdido, y con los rasgos muy poco delimitados (Fig. 4); así como una base y parte del cuerpo de un vaso canopo de piedra caliza de mala calidad, con una decoración pintada de dos franjas rojas paralelas verticales (posiblemente para escribir una inscripción entre ambas, que no se llegó a realizar).
Este escaso material parece corresponder a una etapa tardía de Época Saíta
Aunque es verdad que se ha podido delimitar definitivamente la Estructura 15, ésta presenta un serio problema de interpretación a tenor de los pocos restos arquitectónicos que se conservan (Fig. 5 y 6).
Podemos decir que se trata de una estructura rectangular, de gran tamaño, que pudo tener su entrada por el Este, y que en el muro oeste, haciendo esquina con el muro sur, tiene una especie de “altar”, de aspecto más o menos rectangular, bastante deteriorado, y de muy difícil interpretación, por lo que no es posible determinar cual fue su uso.
Trabajos en el Sector 20 (20200)
El sector 20200 está situado al oeste de la Tumba 14, al sur de la tumba 13 y al este de la tumba 9 (Fig. 7). El sector se excavó en los años 1999 y 2000, campañas en las que se encontraron las tumbas-pozo de fase bizantina. Es también durante estas campañas cuando se localizó el tapón de un vaso canopo que pertenecía a Duamutef (chacal).
En la campaña de este año se procedió a excavar el estrato superior de esta zona, se trataba de un estrato marrón oscuro, muy antrópico, con materiales de cronología bizantina (es, por encima de este estrato donde se apoyaban las superestructuras de adobe de las tumbas pozo excavadas durante los años 1999 y 2000).
Una vez retirado este estrato hicimos localizar un nivel de guijarros (20.213), que amortizaba este espacio.
Aquí aparecieron las tumbas bizantinas. Se trataba de tumbas individuales, cortadas en forma rectangular, con una profundidad máxima de 1 m. Al fondo de la fosa se encontraba el individuo, dispuesto en decúbito dorsal y orientado este-oeste, siguiendo el eje marcado por la tradición cristiana.
Se localizaron un total de 14 tumbas, que mantenían una cierta alineación. Es interesante remarcar el hecho de que algunas de ellas aparecían por debajo del emplazamiento de las estructuras excavadas durante los años 1999 y 2000, pero sin tener ninguna relación entre ellas; mientras que otras se localizaban en espacios que no fueron ocupados con posterioridad. Cabe decir que, estas tumbas tardías, están a la misma profundidad que la tumba 37 y que la tumba 13, pero que en ningún caso las alteraron.
Nos encontramos pues, dentro de una misma zona, con dos momentos funerarios tardíos claramente diferenciados, tanto por cota de uso como por tipología de tumba.
Durante las campañas de 1999 y 2000 las estructuras funerarias localizadas presentaban dos tipologías diferentes: por un lado, ciertas de entre ellas, se caracterizaban por la presencia en superficie de unas construcciones en adobe, de planta rectangular, algunas de las cuales presentaban, por su cara externa, restos de estuco blanco. Estas construcciones marcaban el emplazamiento de las tumbas. En el interior de estas superestructuras se delimitaba la fosa/pozo. Por otra parte encontrábamos otras tumbas que no presentaban estructura superior y que sólo estaban marcadas, en superficie, por una fosa muy bien delimitada. Estas sepulturas compartían con las primeras la tipología del pozo.
Estos pozos presentaban profundidades diferentes que iban de un metro a 3,50 m. En el fondo del pozo se depositaba el individuo. En el momento de la excavación de los esqueletos se documentaron restos de madera, que habrían formado parte de las cajas que contenían los individuos.
Las sepulturas excavadas durante la campaña de 2014, a pesar de compartir espacio con las encontradas en las campañas anteriores, presentaban unas características tipológicas muy diferentes. Se trataba de fosas sin ningún tipo de marcaje en superficie (o al menos no estaba conservado), excavadas dentro del estrato de guijarros y rellenas con el mismo estrato, lo que imposibilitaba su hallazgo en planta. La fosa presentaba, como máximo, un metro de profundidad, el fondo era plano y el individuo se depositaba en decúbito dorsal y orientado este-oeste (con el cráneo en el oeste), siguiendo la tradición de inhumación cristiana .
Las sepulturas aparecían muy bien acondicionadas, eran muy cuidadosas y presentaban protecciones con tallos de palma y tejidos, tanto a nivel del cráneo como de los pies. Los individuos aparecían en el interior de esteras vegetales o de cajas de madera que estaban cerradas con clavos de hierro o de madera. Finalmente, los individuos estaban amortajados con tejidos decorados (la mala conservación de estos no nos ha permitido discernir si se trataba de mortajas o de los propios trajes de los difuntos).
Tal y como ya hemos dicho con anterioridad, durante la campaña de 2014, se localizaron y excavaron un total de 14 tumbas. La población exhumada reflejaba la población real, es decir había representación infantil (2 individuos), sub adultos o adolescentes (2 individuos) y adultos (10 individuos).
Describimos a continuación dos de las sepulturas exhumadas: UE 20212 y UE 20216.
Individuo 20212
Se trataba de un individuo sub-adulto, inhumado en decúbito dorsal y orientado este-oeste (con el cráneo al oeste). Estaba depositado en la base de una fosa, en el interior de una caja de madera de palma (Fig. 8).
Vale decir, que el individuo apareció muy dañado, ya que le faltaba toda la parte inferior del cuerpo. Se trataba de un individuo adolescente, de entre 15 a 16 años.
Destacamos el hallazgo, en el norte del cráneo, de un pequeño pero muy interesante conjunto, vinculado, muy probablemente con el oficio del muchacho. En efecto, apareció un pequeño recipiente de bronce, dos cálamos de junco, los restos de un pequeño estuche de cuero donde debían guardarse los cálamos y tres pequeñas grapas que seguramente habrían servido para cerrar una bolsita de piel que habría contenido todo el conjunto, y de la que, desgraciadamente, sólo quedaban pequeños fragmentos de piel (Fig. 9 y 10).
Una vez en el laboratorio pudimos limpiar el pequeño recipiente de bronce, y vimos que estaba formado por un cono que tenía función de tapadera y un recipiente cilíndrico que contenía los restos fosilizados de un líquido de color negruzco (Fig. 11). Se trataba pues, de un tintero de bronce de casi 10 cm de altura (Tapadera: 6 cm de alto y el recipiente: 3,5 cm de altura), con un diámetro en la base del tapón de 5 cm y un diámetro en el borde del contenedor de 4,5 cm. Debemos precisar que el tapón estaba decorado con incisiones en todo su alrededor.
Individuo 20216
Se trataba de un individuo adulto, orientado este-oeste (con el cráneo en el oeste), que fue depositado en decúbito dorsal, en el interior de una caja de madera de palma, al fondo de una fosa (Fig . 12).
Es interesante remarcar que fue enterrado con una mortaja bordada (Fig. 13).
Tumba 37
En el estrato 20215, que corresponde a unas arenas duras, se ha localizado una estructura de piedra blanca, correspondiente a una pequeña tumba de época saíta, formada por dos cámaras, orientadas norte-sur.
La cámara oeste (cámara 2), estaba cubierta por seis losas planas unidas con mortero, tres de las cuales han desaparecido, una está in situ y las dos restantes se encontraron, hundidas en el interior de la estancia. Estas losas se apoyan, al este, sobre el mismo muro que descansa la bóveda de la cámara 1 (Fig. 14); y al oeste sobre un muro de losas colocadas verticalmente, encajadas en el suelo natural y acuñadas con pequeñas piedras y guijarros. La cámara había sido saqueada y no se ha localizado ningún tipo de material. La estructura del este (cámara 1), mantiene la cubierta en bóveda, formada por grandes losas ligadas con mortero (Fig. 15). Toda la estructura presenta, en su parte inferior, un basamento de refuerzo situado en todo su alrededor, formado por guijarros y algún fragmento cerámico. Una vez excavada el interior de la tumba hemos podido comprobar que esta estancia también había sido saqueada.
Frente a la entrada de esta cámara se han localizado varios adobes que posiblemente formarían parte de la estructura de la capilla de la tumba, de la que quedan escasos restos. En la limpieza del exterior de la estructura, en una zanja llena de arenas en el suroeste de la tumba (20222), apareció la tapadera de un vaso canopo, correspondiente Amset (cabeza humana). Debemos señalar que esta tapadera pertenece al mismo conjunto canopo que el hallado en 2000, durante la excavación de este sector, lo que confirma el saqueo de estas tumbas (Fig. 16).
Trabajos de excavación en la estructura 38 del Sector 24
Tras la intervención del año anterior (2013), en esta campaña se planteó el objetivo de finalizar la excavación y el vaciado de la cripta o espacio subterráneo de la Estructura 38, sin poder llegar a intervenir en ninguna otra parte de la zona debido a la gran cantidad de materiales arquitectónicos dentro de la cripta (capiteles, basas y columnas). Este hecho ha impedido el avance del límite oeste de la estructura, zona que también suscita gran interés debido a la gran formulación de hipótesis de trabajo sobre la zona, pero por otro lado nos ha permitido encontrar más inscripciones y pinturas en las paredes de la cripta, así como definir la planta y técnica constructiva de la misma.
El trabajo en la cripta ha supuesto un esfuerzo mayor de lo habitual a nivel metodológico por la utilización de un polipasto, un trípode para el vaciado y reubicación en el exterior de los materiales arquitectónicos encontrados y que claramente pertenecen a la estructura exterior, vagoneta y raíles. La tarea por tanto era inmensa y requirió de una colaboración estrecha con el arquitecto y el ingeniero del equipo, así como una gran coordinación con los obreros de la excavación en el proceso de extracción ya que estos materiales de grandes dimensiones (columnas de hasta 4,80 m) y peso (de 200 kg hasta 3,5 Tn) impedían bajar la estratigrafía y localizar el suelo de la misma, que se encontraba a unos 3,50 m. de profundidad respecto del suelo de la estructura.
Este trabajo de vaciado supuso un arduo y lento proceso de extracción debido al citado sistema de vaciado de columnas mediante el trípode, a la vez que bajábamos los estratos depositados en la cripta lo que supuso en todo momento el replanteo y reubicación del propio trípode para una mejor sistematización del trabajo arqueológico y de consolidación constante.
Durante el proceso arqueológico y de extracción de materiales arquitectónicos fueron apareciendo más inscripciones, actualmente en fase de estudio y que siguen el mismo patrón de las conocidas en el año pasado, encontrándose a la misma altura del estuco y realizadas en pintura, grafito e incisas a modo de graffiti y que se han consolidado in situ por parte del restaurador, de cara a una documentación completa y de conjunto de la estructura (Fig. 17 y 18).
Las pinturas halladas son de varios tipos, encontrándose en la máxima altura la representación de una figura humana de pie, en mal estado de conservación y con algunas partes deterioradas, se encuentra en fase de estudio iconográfico (Fig. 19).
Además se han documentado elementos decorativos a modo de bandas y líneas negras y rojas, así como grecas y decoración floral, mientras que en la parte inferior se disponen lo que quizás parece configurarse como racimos de uva, símbolo de la eucaristía en la tradición cristiana, aunque también queda pendiente un estudio pormenorizado de cada uno de los detalles encontrados.
También se han descubierto dos nichos vacíos, simétricos respecto al eje a los encontrados el año anterior configurando un espacio sagrado subterráneo y que han sido expoliados impidiéndonos determinar su uso exacto.
En el interior de la cripta se han localizado unas 70 piezas de gran tamaño entre capiteles, basas, fustes y cornisas que corresponden al colapso de la estructura superior y que tras su limpieza de la cripta con la ayuda e intervención del arquitecto Eloy Algorri y el ingeniero de minas Roberto Matías se ha conseguido llegar al suelo y determinar la configuración interior de la estancia.
Este espacio subterráneo dispone de un banco corrido a lo largo de las paredes, con varios reposabrazos decorado con la misma iconografía y decoración floral de la época (Fig. 20). También se han encontrado los pilares que soportaban el techo y configuran la estructura interna, aunque solo quedan restos de tres de ellos quedando el negativo del cuarto. Estos están realizados en ladrillo estucado y soportaban la bóveda de las tres posibles estancias interiores en las que parece dividirse, ya que han aparecido gran cantidad de bloques de bóveda, configurando así una estancia subterránea que daba acceso a la cámara oeste que este año no hemos podido excavar por falta de tiempo.
El suelo de este espacio subterráneo presenta un buen acabado mediante baldosas de gran tamaño, de aproximadamente 1,20 cm x 70 cm, bien dispuestas y colocadas por toda la estancia a excepción de la parte central que parece haber sido expoliada, muy posiblemente para otro reaprovechamiento similar (Fig. 21).
Tras sacar la mayor parte de elementos arquitectónicos nos hemos visto obligados a dejar la columna de granito en su interior ya que por sus dimensiones no ha sido posible su extracción y se ha depositado en el suelo, en un lecho de arena (Fig. 22).
En conclusión la campaña de excavaciones de este año realizada en la Estructura 38 ha sido fructífera, aportando gran cantidad de información histórica, arqueológica y filológica, que hay que terminar de analizar e interpretar en profundidad de cara a la intervención de la próxima campaña, en especial atendiendo con detalle a las inscripciones encontradas, puesto que estos datos una vez analizados pueden aportar luz sobre el espacio subterráneo y su función, así como sobre la figura humana representada en las paredes de la misma.
Trabajos realizados en el Sector 26
Durante ésta campaña se han reanudado los trabajos en el Sector 26. Inicialmente, se procedió a la excavación de una momia que se había documentado al final de la campaña del año anterior. Ésta presentaba un estado de conservación que hacía imposible su traslado al laboratorio, así que se decidió que se excavaría in situ, y los restos serían llevados al laboratorio para facilitar su posterior estudio antropológico.
Se descubrió que en la parte del pecho tenía una inscripción en griego, en muy mal estado de conservación, lo cual junto con el tipo de disposición de las vendas, nos proporcionó la información necesaria para poder afirmar que se trataba de una momia de época grecorromana (Fig. 23-24).
Durante la excavación también se pudo observar que ésta momia estaba situada al lado de otras varias, y por encima de una estructura a la que llamamos Tumba 35. El conjunto de momias, tanto las encontradas fuera como las que seguían dentro de la estructura, estaba muy removido y su estado de conservación era deficiente.
La Tumba 35, se construyó orientada de Oeste a Este, y conserva parte de la puerta, la cual está emplazada al Este. Los muros fueron construidos con bloques de piedra blanca de pequeña medida, propios de la época grecorromana. Tiene la particularidad de que la vuelta fue reconstruida, seguramente en época copta, con bloques de adobe, un hecho inusual que todavía no se había documentado en la necrópolis. Dicha vuelta se halló mayoritariamente caída por lo que hoy en día solo conserva parte del arranque (Fig. 25).
Durante los trabajos de excavación se encontró una nueva tumba, la 36, dispuesta perpendicularmente a la anterior.
Los estratos superficiales, fechados en época copta, y que cubrían estas dos tumbas y sus áreas adyacentes, dieron numerosos fragmentos informes de cerámica, diversos vasitos también de este mismo material, de base plana y paredes exvasadas, algunas monedas de bronce en mal estado de conservación y de dificil identificación, y diveras lucernas (la gran mayoría muy deterioradas) con decoración esquemática de ranas o de tema geométrico.
Bajo estos estratos, se encuentran los niveles de época romana, bastante más escasos en cuanto a restos de cultura material: diversos fragmentos de cerámica de platos hondos, y un único ejemplar completo, todos de pasta y superficie de color rojizo , de base plana y paredes rectas; una punta de flecha de bronce trilobulada en muy buen estado de conservación, y única hasta el momento en este Yacimiento (Fig. 26), y finalmente una Estela en piedra con el relieve de un togado sujetando con su mano izquierda la corona de la Justificación, y que conserva todavía restos de decoración pictórica, principalmente color rosado para la piel y motivos florales en verde, rojo y naranja, así como trazas de una incripción con carcateres latinos en rojo. Carece de cabeza (Fig. 27).
Tumba 35
La Tumba 35 (Fig. 28) consta de una sola cámara funeraria (Alt. 1,92 m; Anchura 1,98 m; Long 2,80 m), y presenta dos fases de construcción. Una primera fase, en época romana, construida con bloques de piedra; y una segunda fase, construida también con bloques de piedra ya los que se les añadió adobes. Al parecer, la parte S.E. de la tumba se vino abajo en un momento determinado, y fue posteriormente reconstruida por los coptos. Mientras que en la primera fase los bloques de piedra están unidos por mortero y bastante bien alineados, en la segunda fase, lo están por el mismo barro de los adobes, y la construcción es menos cuidada. Además, la parte superior de las paredes y el antiguo techo abovedado de piedra, ha sido sustituido por adobes en esta segunda fase.
La zona N.E. de la tumba se ha perdido casi por completo.
En la primera fase de construcción, la puerta de entrada estuvo en el sur, pero en la fase cristiana parece que estuvo en el este, aunque en la actualidad está muy destruida.
La tumba estaba cubierta de tierra y había sido saqueada, pero en su interior se localizaron un total de seis individuos momificados completos (tres adultos y 3 subadultos), un paquete de momia, una cabeza de momia, y una momia de subadulto que presentaba una particularidad: la cabeza está en el interior de esta tumba, pero el cuerpo lo está en el interior de la tumba 36. Ninguno de estos individuos estaba in situ y carecían de ajuar funerario asociado. Todos presentan varias capas de vendas de lino con decoración geométrica de rombos, aunque su estado de conservación no es deficiente. De este conjunto de individuos, tres han sido estudiados por Bibiana Agustí (26212, 26218, 26219) y el resto están en almacenes para su futuro estudio.
26207.- Disposición eje Norte/Sur. Cabeza al sur. Junto muro oeste de esta tumba. Paralelo a 26208. Alt. 1,66 m; anchura hombros 35 cm; anchura pies 24 cm; cabeza 26 cm (Fig. 29).
26208.- Disposición eje Norte/Sur. Cabeza al sur. Alt. 1,59 m; anchura hombros 36 cm; anchura pies 29 cm; cabeza 28 cm (Fig. 29).
26209.- Disposición eje Sur/Norte. Cabeza al norte. Este subadulto tiene la cabeza en el interior de esta tumba, pero el resto del cuerpo en la tumba 36.
26210.- Cabeza N.E. y pies S.O. Parte del cuerpo está bajo 26209. Alt 1,20 m; anchura hombros 28 cm; anchura pies 13 cm; cabeza 20 cm.
26212.- Disposición eje Norte/Sur. Cabeza al sur. Junto a 26209 y muro oeste. Alt. 84 cm.; anchura hombros 26 cm; anchura pies 14 cm; cabeza 21 cm.
26215.- Disposición eje Sur/Norte. Cabeza al norte. Por debajo de 26212. Alt. 1,58 m; anchura hombros 38 cm; anchura pies 20 cm; cabeza 20 cm.
26216.- Paquete de momia junto a 26215. Long. 28 cm; anchura 23 cm.
26217.- Cabeza S.E. y pies N.O. Los pies junto cabeza 26215. Alt. 69 cm; anchura hombros 28 cm; anchura pies 27 cm; cabeza 16 cm.
26218.- Cabeza de momia junto 26216. Long. 24 cm.
Por otra parte, en los estratos superficiales y junto al muro Sur (exterior) de esta tumba se descubrieron otros cuatro individuos momificados, dos de ellos, subadultos; así como otro individuo momificado sub-adulto en estructura 26222 que fue estudiado in situ. El individuo 26203 fue excavado y estudiado por Irene Riudavets. El resto de los otros tres individuos se encuentran en los almacenes para su futuro estudio.
No se ha encontrado ningún objeto de ajuar funerario asociado a dichos individuos.
26203.- Disposición eje este/oeste. Cabeza al oeste. Por encima de 26213 y 26214.
26213.- Disposición eje este/oeste. Cabeza al oeste. Junto a 26214. Subadulto. Alt. 90 cm; anchura hombros 23 cm; anchura pies 13 cm; cabeza 20 cm.
26214.- Disposición eje este/oeste. Cabeza al oeste. Junto a 26213. Subadulto. Alt. 78 cm; anchura hombros 20 cm; anchura pies 9 cm; cabeza 18 cm.
26221.- Disposición eje este/oeste. Cabeza al oeste. Entre los muros de estructura de adobe 26222. Alt. 61 cm; anchura hombros 15 cm. Mal estado de conservación (Fig. 30).
26224.- Disposición eje este/oeste. Cabeza al oeste. Por encima de 26213 y 26214. Alt. 1,45 cm; anchura hombros 35 cm; anchura pies 16 cm; cabeza 12 cm (Fig. 31).
Tumba 36
La tumba 36, también de una sola cámara funeraria (2,60 x 1,80 m) se halla adosada a la tumba 35 por el muro sur, o en otras palabras, el muro sur de la tumba 35 corresponde al muro norte de la tumba 36 (Fig. 32).
Solo conserva la primera hilada de bloques de piedra de los muros oeste y Este (doble muro) y parte de las tres hiladas del muro Sur.
Al limpiar el muro oeste y la esquina del muro S.O. de la tumba se pudo comprobar que ambos estaban apoyados en el nivel geológico de roca sedimentaria, por lo que para la construcción de esta tumba fue necesario el recorte de dicho nivel.
Durante la construcción de la tumba, colocaron en el muro norte una gran piedra rectangular que cerraba la puerta sur de la tumba 35.
En el interior de esta tumba se han localizado un total de 4 individuos adultos momificados y vendados con la disposición eje sur/norte y cabeza al norte. Todos están in situ y carecen de ajuar funerario asociado.
26239.- Situado entre 26240 y 26241. Los pies han aparecido vendados a modo de caja de cartonaje con una decoración geométrica. Alt. 1,70 m.; Anchura hombros 47 cm.; Anchura pies 30 cm.; cabeza 29 cm.
26240.- Situado entre 26239 y 26241. Los pies han aparecido vendados a modo de caja de cartonaje con una decoración geométrica. Alt. 1,60 m.; Anchura hombros 47 cm.; Anchura pies 28 cm.; cabeza 28 cm.
26241.- Situado entre 26240 y el muro oeste de la tumba. Los vendajes están muy deteriorados y se aprecian muy claramente los huesos quemados fruto de las resinas y productos de momificación. Alt. 1,74 m; Anchura hombros 35 cm; Anchura pies 22 cm; cabeza 28 cm.
26242.- Situado entre 26239 y el muro este de la tumba. Alt. 1,75 m.; Anchura hombros 40 cm.; Anchura pies 23 cm.; cabeza 27 cm.
Por otra parte, también en el interior de esta tumba, y entre 26240 y 26239 se ha localizado el cuerpo del sub-adulto 26209, cuya cabeza apareció adosada al muro sur de la tumba 35.
Los cuerpos presentan varias capas de vendajes de lino, algunas con decoración geométrica, propias de época romana, se ha podido comprobar que el tejido más fino es el que estaba cubriendo directamente los cuerpos. Todos los individuos tienen una especie de “bufanda” muy remarcada alrededor del cuello, ya que es aquí donde se produce la unión de los distintos vendajes.
En el caso del individuo 26241, los vendajes están en bastante mal estado de conservación y dejan al descubierto los huesos, muy quemados, fruto del proceso de momificación.
Los individuos 26241 y 26242, tienen las manos sobre el pubis, pero en el caso de los individuos 26239 y 26240 no es posible distinguir la posición de las manos ya que están muy bien cubiertos por el vendaje, aunque es muy posible que sea similar a los dos anteriores.
Tras finalizar la campaña se decidió dejar a todos los individuos, incluido el sub-adulto 26209, en la tumba 36 para su futuro estudio en la próxima campaña. Con el fin de preservar los cuerpos se ha cubierto todo el espacio con arena.
Trabajos realizados en el Sector 16
Durante la campaña de 2014 estaba prevista una pequeña actuación en el interior de la iglesia del sector 16 (Fortaleza). Esta intervención consistía en la excavación de las tumbas privilegiadas que se habían localizado en campañas anteriores.
Fruto de una serie de malentendidos, sólo se nos dio permiso para realizar un sondeo, con una duración máxima de intervención de dos días.
El día 18 de marzo se inició el sondeo, que realizamos en el interior de la estancia situada al norte del ábside de la iglesia. La ubicación del sondeo se decidió por el conocimiento de la existencia de una lápida funeraria en este espacio. Se procedió a la limpieza del espacio y se retiraron los dos fustes de columna que aparecían en superficie (Fig. 33-34).
El sondeo se realizó en la parte central de la habitación, allí donde el pavimento aparecía movido, y donde se veían los restos de la mencionada lápida funeraria (Fig. 35). Una vez limpiada la habitación pudimos observar que las paredes y el pavimento actual se fundamentaban sobre unos antiguos muros de adobe cocido, que nos aparecían en tres de los laterales del sondeo (Fig. 36).
Procedimos a retirar el derribo que había en el interior y localizamos una serie de enterramientos cristianos (que no se excavaron porque no teníamos permiso para la excavación) y una lápida, con una cruz inscrita, rota en tres fragmentos y localizada en el ángulo noroeste del sondeo (Fig. 37).
Ante la imposibilidad de continuar la excavación, tanto por falta de tiempo como por motivos de permisos, se decidió tapar el sondeo y abandonar el sector.
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