Índice. Nefertari y su tumba en al Valle de las Reinas
4. Antesala, muros sur y oeste
Inicio de las transfiguraciones, capítulo 17 del Libro de los Muertos
Tras descender los 18 escalones del corredor que abre la tumba se accede a la primera sala, una habitación de unos 5×5,2 metros, en la que encontramos las primeras representaciones del viaje de la reina, el inicio de su travesía por la Duat.
Toda la zona izquierda (imagen 1, números 1-muro sur- y 2-muro oeste) está relacionada con el capítulo 17 del Libro de los Muertos, uno de los más largos y antiguos, escrito en la zona inferior de los tres muros. Representa el inicio de la segunda parte del ritual funerario, el comienzo del Libro propiamente, tras los 16 primeros capítulos correspondientes a la descripción del cortejo fúnebre. Es uno de los textos religiosos más populares, asociado a la regeneración del difunto y la salida del sol. El nuevo ser se identifica además con el demiurgo. Comienza con las palabras (representadas en el registro inferior en 19 columnas, escritas de derecha a izquierda pero que deben leerse en sentido contrario, de izquierda a derecha):
“Principio de las alabanzas e invocaciones para salir de la [necrópolis] gloriosa y entrar en (ella, así como) en el hermoso occidente, salir a (la luz) del día para tomar todas las formas que se desee, jugar al senet estando sentado en el baldaquino y salir como un alma viviente. Palabras pronunciadas por el (nuevo) Osiris – La Gran Esposa Real, Señora de las Dos Tierras, Nefertari Meritenmut, justificada, después de haber llegado a puerto. (También) es provechoso para el que lo hace en este mundo”
Y esas son las transformaciones que pueden verse en las dos primeras viñetas de la parte superior del muro sur (imagen 2), donde aparece la reina en sus transformaciones: sentada dentro de un quiosco jugando al senet y como pájaro ba sobre una capilla.
En la primera viñeta (imagen 3) aparece Nefertari dentro de un quiosco realizado de cañas, sentada sobre una silla, con un vestido blanco, largo, semitransparente, plisado y atado en la cintura con una larga cinta roja. Esta será una representación muy habitual en el hipogeo. En esta y la siguiente imagen lleva sandalias blancas, mientras que en el resto de relieves de la tumba aparece descalza. Lleva unos pendientes realizados con brotes de loto y un ancho collar. En la cabeza lleva una peluca tripartita negra y sobre ella el tocado nejbet, asociado a la diosa buitre Nejbet y a la Gran Esposa Real, que representa a un buitre con las alas extendidas sobre la cabeza y que porta un anillo shen (que simboliza la eternidad, la regeneración) en las garras. Con la mano derecha sujeta un cetro sejem (asociado al poder y especialmente al poder real) y con la izquierda juega al senet.
En esta primera viñeta ya apreciamos las técnicas comentadas anteriormente: la mezcla de colores, las transparencias, que le confieren a Nefertari un carácter sensual, el volumen, las sombras o el brillo de la imagen, que rompen con la norma tradicional de representación plana. Merece particular atención el color de la piel, rosado y con mejillas enrojecidas. Es probable que en el diseño del hipogeo ya se concibiese un intento por remarcar el carácter especial de la reina, respecto al resto de mujeres y, por tanto, alejarse del clasicismo que empleaba un color amarillo pálido para la tez. Los diseñadores y artesanos de la tumba consiguieron plenamente reflejar, en ésta y el resto de imágenes de Nefertari, el extraordinario papel que tuvo la reina, y por supuesto su belleza y distinción.
El texto, dentro del quiosco dice:
El (nuevo) Osiris -La Gran Esposa Real de Ra, Señora de las Dos Tierras, Nefertai MeritenMut, justificada” ante Osiris, el gran dios”.
Podría pensarse que la primera de estas imágenes es lúdica, pero se trata de una representación típica de carácter religioso relacionada con el juicio de las almas y el paso hacia su nueva existencia. El difunto aparece jugando sin contrincante y la victoria en el juego representa la superación del juicio. La reina es ahora un ser justificado, tras haber superado la psicostasia, y podrá, por tanto, presentarse ante Osiris.
La segunda viñeta (imagen 4) nos muestra al Ba de la reina, un pájaro con cabeza y brazos humanos, en este caso representando la cabeza de Nefertari, sobre una capilla que tiene una puerta y que representa la tumba. A pesar de que se traduce a veces por alma, el Ba representa la parte animada del difunto, con la facultad de poder desplazarse libremente para encontrase con el Ka, era un nexo de unión entre el mundo de los dioses y la tierra. Es el Ba el que proporciona al difunto la movilidad para visitar los lugares que desee en el más allá. Para Hornung el Ba es un concepto totalmente espiritual que requiere de necesidades humanas, como la alimentación. Siempre está asociado al mundo de los difuntos. La representación como ave debió basarse en las observaciones de las aves migratorias. Del mismo modo que éstas, puntualmente, comienzan sus migraciones hacia lugares remotos y regresan, también puntualmente, el ba se desplazaba, con libertad, durante el día y regresaba por la noche a la tumba.
El texto sobre esta viñeta dice: “El (nuevo) Osiris -La gran Esposa Real, Señora de las Dos Tierras, Nefertari Meritenmut- justificado”
Por último, en la tercera viñeta (imágenes 5 y 6) vemos a Nefertari arrodillada en actitud de adoración ante el dios de la tierra Aker (imagen 6, al principio del muro oeste), representado como dos leones que se dan la espalda, con el cielo sobre sus cabezas y con el sol del horizonte , formando el símbolo ajet, entre ellos. Aker era “el guardián de los secretos que están en la Duat” y es el dios encargado de abrir el paso del difunto y del sol. Los dos leones, llamados Sef y Duau, representan la entrada y la salida del Más Allá, además del ayer y del mañana. En la XX Dinastía aparece uno de los textos funerarios conocido como “Libro de Aker” o “Libro de la Tierra”, donde se describe el recorrido del sol a través de su cuerpo. Esta es la última gran composición que tiene que ver con el Más Allá en el Reino Nuevo, donde el disco solar es levantado desde las profundidades de la tierra por numerosos brazos, y donde los enemigos de Egipto son castigados y destruidos.
El texto que aparece entre la reina y la figura de Aker dice: “El (nuevo) Osiris -La gran Esposa Real, Señora de las Dos Tierras, Nefertari Meritenmut- justificado ante Osiris, el gran dios Señor del Occidente”.
3. Método de trabajo y descripción iconográfica | Índice | 5. Antesala, muros oeste y norte |
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Notas
- La traducción de los textos está basada en: “Textos de la tumba de la reina Nefertari”. Marta Puvill Doñate, Cuadernos de Egiptología Mizar nº 4.
- Para el significado de los símbolos y signos puede consultarse: “Egipto, signos y símbolos de lo sagrado”. Elisa Castel Ronda. Alderabán Ediciones, Madrid, 1999.
- Para los dioses que aparecen en el texto puede consultarse “El panteón egipcio” en https://www.egiptologia.org/?p=429, y
“Gran diccionario de mitología egipcia”. Elisa castel Ronda. Aldarerabán Ediciones, Madrid, 2002. Existe también una versión reducida en
https://amigosdelantiguoegipto.com/?page_id=12384
- Para los conceptos de eternidad lineal (dyet) y eternidad cíclica (neheh) véase “El libro de la vaca celeste” en https://egiptologia.org/?p=493
Descripción y origen de las imágenes
Imagen 1, sección de la tumba – Weeks, Kent R. The Treasures of Luxor and the Valley of the Kings. White Star, 2005.
Imágenes 2 a 5 Nefertari jugando al senet, el ba y la reina adorando a Aker, en muro sur – McDonald, John K. 1996. House of Eternity: The Tomb of Nefertari. Conservation and Cultural Heritage. Los Angeles, CA: Getty Conservation Institute and J. Paul Getty Museum.
Imagen 6, Aker en principio del muro oeste – Google imágenes