Momias de animales

Historia

Cristina Carracedo – Septiembre de 2000

Los antiguos egipcios, además de embalsamar los cuerpos de sus difuntos, también momificaban a sus animales. Lo hacían principalmente por motivos religiosos. Aunque era tal el cariño que sentían hacia sus mascotas (perros, gatos, etc.) que les llevaron a embalsamarlos e incluso a enterrarlos junto a sus propietarios.

En algunos animales, los egipcios veían la representación de sus dioses. Cada dios tenía un animal asociado a él, al cual se consideraba sagrado. Así, el dios Ptah podía manifestarse en un toro o el dios Sobek en un cocodrilo. A estos animales divinizados se les rendía culto en vida, y cuando morían se les preparaba un fastuoso entierro, en el que se les momificaba, se les dotaba de su sarcófago y de un ajuar repleto de joyas. Incluso existieron necrópolis destinadas a estos animales.

Al principio, sólo se momificaban algunos animales considerados más especiales, como el toro Apis en Menfis. Posteriormente, y sobre todo a en el Período Grecorromano, el número de animales a los que se rendía culto fue muy grande. Como ejemplo podemos mencionar el toro, perro, ibis, carnero, halcón, gato, pez y cocodrilo.

Los egipcios veían en el gato la encarnación de la diosa Bastet, protectora del hogar y de la familia, por lo que le rendían un culto especial

Los egipcios veían en el gato la encarnación de la diosa Bastet, protectora del hogar y de la familia, por lo que le rendían un culto especial.

Para algunos animales, los egipcios empleaban la misma técnica de embalsamamiento del hombre. Sin embargo, en el caso de los halcones no se extraían los órganos internos. Se vendaban cuidadosamente con trozos de lino. Después se aplicaba natrón y resina, y en ocasiones, se pintaba algún rasgo del animal en las vendas. Si tenía la cola larga, se vendaba hacia delante. El sarcófago se fabricaba de madera o cartonaje y se decoraba como los humanos. Estos animales representaban al dios Horus, dios solar protector del faraón.
Los peces también fueron momificados, aunque de forma bastante sencilla. Generalmente fueron percas, y en algunos lugares, los oxirrincos; estaba prohibido comer este pescado. Tampoco se extraían sus órganos, sólo se deshidrataban. Sobre las vendas se les dibujaba la cara y otras partes del cuerpo.

El gato también fue considerado un animal especial, representando a la gata Bastet, diosa protectora del hogar y la familia, adorada en la ciudad de Bubastis. Muchos gatos eran llevados allí para ser enterrados en necrópolis destinados a ellos.
Sobre las momias de gato es fácil que aparezca una máscara de yeso en la que se reproduce la cara del gato. Y en época Saita se distinguen por sus vendas que forman complicados motivos geométricos.

Momia de halcón

Momia de halcón

Además de enterrar a sus mascotas momificadas junto a ellos, los antiguos egipcios también tenían algunos cementerios destinados a los animales sagrados. Un ejemplo es la necrópolis de Tuna el_Gebel donde depositaban en nichos las momias de ibis y de babuinos. Estos animales representaban al dios Thot, dios de la escritura, adorado en Hermópolis Magna, ciudad cercana a esta necrópolis. Desde la dinastía XIX hasta el Período Ptolemaico, los egipcios ofrendaban al dios Thot momias de estos animales en ese lugar.

Las momias de ibis se enterraban en sarcófagos de madera o en jarras de cerámica. Su cuerpo se envolvía en finas tiras de lino y a veces se colocaban en la cabeza una máscara dorada.

En esta necrópolis también se han encontrado momias de halcones y de cocodrilos.

Pero el lugar de enterramiento de animales más importante que existe en Egipto es el Serapeum de Saqqara, donde se enterraban a los toros Apis. Se trataba de una inmensa galería subterránea llena de anchos nichos que recogían a estos animales sagrados una vez momificados. Fueron tan importantes que se abrió una avenida de esfinges que conducía desde la ciudad de Menfis hasta el propio Serapeum.

El culto al toro Apis estuvo unido al del dios Ptah, dios principal de Menfis. Apis era un animal tan importante que vivía en un palacio. Recibía las atenciones de sus sacerdotes, y a su muerte, era cuidadosamente momificado. Recibía el ritual de embalsamamiento, era introducido en un enorme sarcófago de granito y enterrado en su tumba. Se le acompañaba de un importante ajuar funerario. Cerca se localizaron otros cementerios destinados a chacales y gatos momificados.

Estatua de bronce del toro Apis

Estatua de bronce del toro Apis.

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