Quefrén (Jaefre) sucedió en el trono de Egipto a Didufri (Dyedefre). Posiblemente era bastante más joven que sus otros dos hermanos herederos a la corona: Kauab, que murió antes que su padre y Didufri, sucesor de Quéops que reinó sólo 8 años y que se hizo construir su pirámide en Abu Rawash. Quefrén reinó unos 26 años y en su época se alcanzó una gran prosperidad si la juzgamos por la riqueza aparente de las mastabas de sus funcionarios. El Complejo Funerario consta, a grandes rasgos, de los mismos elementos que el de su padre Quéope, aunque en este caso los restos del Templo del Valle, la Avenida ascendente y del Templo funerario, que está por su cara este, están mucho mejor conservados. Su pirámide, ligeramente más pequeña que la de Quéope, parece más alta debido a que fue construida sobre un lugar algo más elevado y su pendiente es ligeramente más pronunciada.
El rey Quefrén fue, sin duda alguna, uno de los grandes soberanos del Imperio Antiguo. Su complejo funerario en Guiza es una obra colosal y signo inequívoco de la riqueza y la prosperidad de la que gozó el país en aquellos tiempos. Fue el cuarto rey y se casó con Meresanj II, la hija pequeña de Quéope y también con Meresanj III, hija de Hetepheres II y Kauab.
Además, hizo esculpir una enorme esfinge, con cuerpo de león y cabeza humana y un templo solar (o templo de la esfinge).
