Nacho Ares – Noviembre de 2005
Departamento de Antigüedades Egipcias del Museo de Brooklyn de Nueva York
Entrevista realizada en noviembre de 2005 en Nueva York
Desde que en el año 1976 llegara por primera vez como simple estudiante al recinto de Mut en el templo de Karnak (Luxor, Egipto), Richard Fazzini, director del departamento de egiptología del Museo de Brooklyn (Nueva York, Estados Unidos) ha llevada cabo una ingente tarea arqueológica en este lugar. Pocos días antes de partir para Egipto con el fin de continuar con su excavación, Richard Fazzini amablemente nos recibió en su despacho del museo para charlar y compartir con nuestros lectores los resultados de sus investigaciones.
Richard Fazzini es el encargado del departamento y la colección de antigüedades egipcias del Museo de Brooklyn en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos). En su mano reposa en control sobre unas 15.000 piezas arqueológicas, además de la dirección de la misión arqueológica que el Museo tiene en el recinto de Mut dentro del complejo de templos de Karnak en Luxor (Egipto).
Estudió en el Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York. “Cómo empecé a decantarme por la egiptología es una historia interesante —nos cuenta nuestro entrevistado—. Cuando era Junior High School Teacher, estudiaba Historia del Arte durante el primer semestre; tenía clases de Arte del Próximo Oriente, Arte egipcio y jeroglíficos. Al final me invitaron a una campaña de excavación en Egipto y desde entonces. Nunca hasta entonces me había visto atraído por al egiptología. Siempre había pensado en hacer medievalista cuando empecé a ir al School. Me interesaba el arte y la arquitectura de este período, aunque en realidad me apasionaba la historia desde sus comienzos y encontraba, por supuesto, la egiptología fascinante. Recuerdo películas y programas de televisión. En la década de los 1950 había un programa de humor en la televisión que iba de momias. Pero mi encuentro definitivo con la egiptología vino de la mano de la excavación en Karnak.”
Alumno entre otros reconocidos especialistas de Henry George Fischer, el filólogo recientemente fallecido, o Donald P. Hansen, profesor de arqueología del Próximo Oriente en al Universidad de Nueva York, en su memoria todavía recuerda la calidad de la docencia de estos profesores. Su campo de trabajo egiptológico siempre ha estado vinculado al renacimiento de las dinastías XX a XXV. “Cuando comencé a trabajar en el recinto del templo de Mut en Karnak encontré para mi sorpresa una cantidad enorme de material de este período. La mayor parte de este templo fue reconstruido precisamente en la dinastía XXV, la época Saíta. Hay partes de época ramésida y otras pertenecientes a un momento más tardío, la época ptolemaica, pero en su conjunto destaca la dinastía XXV. Todo ello supone una cantidad de trabajo que no es en absoluto fácil de desarrollar.”
El Museo de Brooklyn
Este emblemático museo se encuentra en el número 200 de Eastern Parkway. En pleno corazón de uno de los barrios antaño más controvertidos de Nueva York, Brooklyn es hoy un lugar tranquilo, totalmente remozado en el que se puede disfrutar de un montón de actividades multiculturales, entre las que este museo actúa de eje principal.
“Seguro que podría decir más cosas de la vida diaria en el antiguo Egipto, pero en el Museo es más complicado —nos comenta entre risas Richard Fazzini—. La vida diaria aquí en el Museo de Brooklyn cuenta con muchos aspectos burocráticos que nada tienen que ver con el trabajo de una campaña arqueológica. Lógicamente son muchas cosas las que se hacen a diario en el departamento. Cada miembro cuanta, al menos, con un proyecto para desarrollar. Entre ellos destaca la preparación de exposiciones temporales. En los últimos años hemos preparado varios trabajos en este sentido, sobre todo vinculadas al mundo del arte en Egipto. Esto nos lleva gran parte de nuestra jornada. También hay otra tarea como el contestar los correos electrónicos que nos lleva mucho tiempo. El escribir correos se ha convertido en un elemento destacado en la vida de los profesionales. Todos los días recibes montones de ellos, de personas o colegas que están en cualquier sitio del planeta y que esperan que contestes de forma inmediata. Pero en muchas ocasiones no es fácil. Contestar los correos te lleva tu tiempo, más cuando se trata de preguntas que no son sencillas. Luego, el resto del día lo completas con reuniones con otros conservadores para tratar los temas propios que van surgiendo en el día a día. No hay que olvidar que contamos con una extensa colección de piezas egipcias. No solamente hay varios miles en la exposición permanente sino que además en los almacenes contamos con unas 20 cajas con cientos de ellas más. Todo ese material hay que ordenarlo, ficharlo y restaurarlo si es necesario. Este ritmo de las cosas te quita mucho tiempo por lo que desgraciadamente no tienes posibilidad de poder escribir mucho ni de publicar todo lo que te gustaría. Para ello, debes echar mano de tu tiempo libre los fines de semana. Es lo que hay, y te tienes que adaptar al ritmo de trabajo”.
El trabajo en el templo de Mut
El complejo de Karnak (“la fortaleza”) está formado por un enorme conjunto de santuarios. Solamente el recinto dedicado al dios Amón alcanzaba unas 125 hectáreas. A estas hay que añadir 9 más que corresponden al cercano recinto de la diosa Mut. Este lugar se encuentra al sur, a unos 400 metros del recinto de Amón, su esposo en las creencias mitológicas. En este recinto sagrado, el faraón Amenofis III mandó colocar casi 600 estatuas de la diosa Sekhmet. Algunas de ellas fueron trasladadas en el siglo XIX hasta el Museo Británico de Londres por el egiptólogo y aventurero italiano Giovanni Battista Belzoni. Otras están en diferentes museos de Europa y Estados Unidos. In situ se conservan muchas figuras de esta diosa leona, semienterradas en la tierra.
El primer mapa del emplazamiento fue realizado por los sabios que acompañaron a Napoleón en su expedición militar en entre 1798 y 1801. Más tarde en 1839 el francés Nestor l’Hôte realizó otro mapa más exacto, completado por el que realizara entre 1842 y 1845 la expedición prusiana dirigida por Karl Richard Lepsius. August Mariette y Gaston Maspero realizaron un detallado estudio de los monumentos del recinto de Mut, informe quesupondría la base de la primera excavación arqueológica seria que entre 1895 y 1897 llevaran a cabo en tres campañas las egiptólogas inglesas Margaret Benson y Janet Gourlay. Los trabajos no se retomaron hasta la década de 1920 con Maurice Pillet y en los 50 con Henri Chevrier. Poco antes de que el Museo de Brooklyn aceptara la concesión en el año 1976, Serge Sauneron, director del Centro francoegipcio de los templos de Karnak, trabajó en los textos jeroglíficos de los pilonos de entrada.
“Empecé a trabajar en el recinto de Mut en el año 1976 y desde el año 1981 colaboramos en este lugar con la Universidad de John Hopkins (Baltimore, Estados Unidos). Hasta ahora solamente hemos excavado el 50 por ciento de todo el recinto y nos hemos encontrado especialmente con material perteneciente al Imperio Nuevo. Queda mucho trabajo por hacer. Me interesa especialmente el desarrollo de algunas diosas egipcias en el Primer Milenio antes de nuestra era. Es muy poco lo que sabemos de sus cultos en este período y en este sentido el templo de Mut tiene mucho que decir. Hay algunos monumentos de este recinto que cambiaron su significado de una forma tajante. Por ejemplo, hay una parte que era un Templo de Millones de Años de Ramsés II y en la dinastía XXI cambia repentinamente a ser un mammisi para Mut y Khonsu. Los textos que estamos estudiando nos ayudarán a conocer mucho mejor la religión y la sociedad de este período explicándonos por qué se desarrollaron estos cambios tan sorprendentes.”
En la actualidad, Richard Fazzini está trabajando en la publicación de las últimas campañas arqueológicas. Junto con su esposa, Mary, tiene previsto sacar a la luz dos libros técnicos en los que desarrolla algunas de las ideas que hasta la fecha ya ha expuesto en varios congresos internacionales. Habrá que estar muy atentos a las novedades bibliográficas para conocer los resultados de este importante proyecto arqueológico que nuestro entrevistado ha desarrollado en las últimas tres décadas.