Hatshepsut

Faraones

Diana Sobrado – Octubre de 2004

En la extensa y magnífica época faraónica del Antiguo Egipto brilla con luz propia una mujer que luchó con todas sus fuerzas por hacer de su tierra un lugar mejor y más próspero. Su nombre era Maat Ka Ra, pero pasó a la historia como Hatshepsut.

Pertenecía a la XVIII dinastía, una dinastía repleta de soberanos de personalidad bien definida: El padre, Thutmosis I, fue un excelente guerrero y un gran constructor, con él comienzan las obras del grandioso templo de Amón en Karnak. Posteriormente, el hijastro de la reina, Thutmosis III, realizó grandes hazañas bélicas conquistando más territorio para Egipto. Pero, fue ella la que logró pasar a la historia a pesar de los impedimentos que le impusieron para aparecer en la historia del Antiguo Egipto.

Nació un día brillante del año 1490 a.C. en el palacio real de Tebas. Hija como era del faraón, fue educada junto a sus demás hermanos. Aprendió a leer y a escribir, además de nociones que sólo eran privilegio de la realeza. Su padre realmente quería que ella fuera la futura soberana a su muerte pero, fue Thutmosis II, un hijo de una esposa secundaria, el que llegó al trono.

Reina Hatshepsut

Reina Hatshepsut

Hatshepsut se casó con él pues en aquella época sólo podía legitimar su cargo de faraón si se casaba con una mujer perteneciente a la familia real. Tuvieron dos hijas llamadas Nefru-Ra y Meritra-Hatshepsut. Durante los años que Thutmosis II fue faraón, Egipto estaba realmente en manos de la reina, que era la que gobernaba, pues se cree que él era un hombre débil y enfermizo. La mala fortuna hizo que su esposo muriera a los quince años de su ascensión al trono. Fue entonces cuando Hatshepsut asumió la regencia del pequeño Thumosis III, hijo de su esposo y de una esposa secundaria llamada Mutnefer. Este hijastro no estaba destinado a reinar pues no se esperaba que el faraón muriera tan pronto y por ello vivía en el templo de Amón educándose para sacerdote. Al saber que sería el futuro faraón de Egipto lo casaron con Nefru-Ra, una de las hijas de la reina y luego, se puso a esperar a ser faraón.

Durante la regencia de la reina los partidarios de la sucesión en el trono de su sobrino realizaron intrigas palaciegas para alejarla del poder y la regencia. Esto provocó que Hatshepsut convirtiera la regencia en verdadero reinado. No era la primera vez que una mujer gobernaba Egipto pero hubo de justificarse la especial situación recurriendo a un mito. Según éste, Amón le había ofrecido el trono ya que cuando fue engendrada este dios adoptó la figura del rey, Thutmosis I, engendrando en la propia reina Ahmose, a su amada hija Hatshepsut estando, por lo tanto, llamada a gobernar Egipto.

Thutmosis III

Thutmosis III

Hizo que se representara este mito en la pared de su espléndido templo mortuorio en Deir el-Bahari situado al occidente de Tebas, pues en aquella época todo se anotaba y quedaba registrado pintándolo o esculpiendo en las paredes de los templos.

Una vez en el trono comienza a reinar. Primero consolida el dominio sobre Nubia realizando una expedición hasta allí y participando como comandante en el ejército sometiendo a los insumisos nubios que no querían. Posteriormente organizó algunas expediciones mercantiles al país de Punt, en busca de hierbas aromáticas, árboles exóticos y a la vez, para relacionarse con aquel país. Todo esto fue reflejado en el templo que mandó construir en Deir el-Bahari. Este templo se sitúa en la ribera izquierda del Nilo y en su amplio anfiteatro formado por rocas calizas que alcanzan más de 130 m. de altura se sitúan tres amplias terrazas sucesivas, a las que se accede por una amplia rampa central cuya prolongación termina en el propio templo o santuario de Amón, enteramente tallado en la roca. Es una edificación muy especial pues se conjuga perfectamente con el paisaje y a la vez presenta un porte majestuoso con el entorno. Su arquitecto, Senenmut, logró realizar un diseño perfecto para la construcción del templo.

Templo de Millones de Años de Hatshepsut

Templo de Millones de Años de Hatshepsut

La reina tomó en el Estado un lugar superior al puesto que se le otorgaba. Los documentos oficiales, en lugar de representar al rey con los rasgos de Thumosis III, representan a Hatshepsut seguida de su sobrino. Con el paso de los años el joven llegó a la mayoría de edad pero la reina regente no le dejó el poder. Ella afirmó sus derechos personales a la soberanía haciéndose representar como “el rey”, vestida de hombre y adaptando el protocolo completo de los reyes egipcios. Conservó el poder durante veintitrés años sin que Thutmosis III fuera un problema. El desarrollo de la idea de monarquía basada en la divinidad del rey hizo que reapareciera el sistema, a la vez político y religioso, del Imperio Antiguo, que hacía del rey la encarnación de Ra sobre la tierra, el dios vivo. El poder real, totalmente independiente de los hombres, sólo depende de dios. Por lo tanto, la ley no puede confiar el trono, sólo Amón lo puede hacer. Además de esto la reina se rodeó de un equipo de hombres que la ayudaron a continuar en el trono y a mantener a Egipto en un periodo de relativa calma. No se dieron cuenta de los graves problemas que tenían con las fronteras mientras mantenían un relativo trabajo de relaciones públicas con países lejanos. Además de Senenmut, su arquitecto y favorito, también contó con Hapuseneb, gran sacerdote supremo de Amón y jefe de todos los sacerdotes del Norte y del Sur, dueño de los oráculos dados por el dios. Fue jefe del culto y jefe del estado. En la época de Hatshepsut se les concede al clero de Amón muchos privilegios lo que provoca que posteriormente tengan bajo su mano mucho poder. Junto con estos buenos consejeros tenemos a Djehuty, tesorero y arquitecto de la reina. Actualmente se está excavando su tumba por parte de una expedición española y en ella se están encontrando muchos datos de la época.

Después de llevar muchos años en el poder gobernando en paz y de realizar multitud de monumentos glorificando a los dioses Hatshepsut desapareció de una manera muy extraña. No se sabe si murió de forma natural o si por el contrario fue asesinada por un golpe de estado llevado a cabo por su hijastro y sobrino Thutmosis III. La verdad es que dejó de aparecer como soberana y desapareció de la historia. Han tenido que pasar muchos siglos para que encontráramos varias tumbas que parecen haberse realizado para que su cuerpo descansara por toda la eternidad. Pero en ninguna de ellas se han encontrado sus restos. Nada que nos indique como fue y como murió, nada sobre el misterio que ocultó su reinado una vez que Thutmosis III se hiciera con el poder.

Templo de Millones de Años de Hatshepsut

Templo de Millones de Años de Hatshepsut

A pesar de que su reinado fue ocultado por los soberanos posteriores que llegaron a destrozar parte de sus monumentos y de sus representaciones en las paredes de su templo, fue una reina que brilló con luz propia en un mundo de guerreros y que supo transmitir la alegría del pueblo egipcio, para llevarlo a ser el más importante del momento. Con su coraje y voluntad supo manejar las riendas del país más rico y próspero de la época.

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