El Valle de las Momias de Oro

Historia

Nacho Ares – Noviembre de 2002

El cuidador observaba con atención cualquier movimiento que pudiera ver cerca del palmeral. Llevaba varios minutos buscando a su burro que, en un momento de distracción, había huido de su radio de vigilancia. Entonces, un pequeño estruendo se pudo escuchar en la lejanía entremezclado con el sibilante canturreo del hamsin, el viento del desierto.

El Valle de las Momias de Oro

Mientras se acercaba a un montículo cercano al oasis, aquel hombre pudo oír cómo el sonido del animal se iba haciendo más audible. No muy lejos descubrió una gran fosa en el suelo desde donde su inseparable burro, en silencio, le miraba sorprendido.

El Valle de las Momias de Oro

Desde arriba el cuidador pudo ver que junto al burro había cientos de piedras doradas. Extrañado por el insólito descubrimiento de su compañero, el hombre descendió para rescatar al animal y estudiar detenidamente aquel misterioso conjunto pétreo. Pagaría cara su osadía. Al tocar aquello que él creyó ser piedra, comprobó realmente que se encontraba ante un grupo de momias cubiertas de oro. Asustado por las supercherías y leyendas que había escuchado desde niño, sacó al burro como pudo del agujero y huyó hasta la cercana ciudad de El-Bawiti. Poco después el Consejo Superior para las Antigüedades de Egipto destapaba la mayor necrópolis de momias humanas encontrada no solamente en el Valle del Nilo, sino en el mundo entero.

El Valle de las Momias de Oro

Aunque las excavaciones en el lugar llevaban realizándose desde 1992, corría el mes de junio de 1995 cuando sucedió la aventura del burro del guardia. Solamente cuatro años después, coincidiendo con el lanzamiento mundial de la película La Momia, se dio a conocer este sensacional hallazgo en el oasis de Bahariya, a 450 kilómetros al oeste de El Cairo, en pleno corazón del desierto líbico. A lo largo de cuatro galerías se descubrieron cientos de momias cubiertas de oro, lo que denotaba el elevado rango social de los allí sepultados. Esta circunstancia hizo a los arqueólogos que el lugar fuera bautizado como el Valle de las Momias de Oro.

El Valle de las Momias de Oro

El hallazgo se completó con ricos ajuares de vasijas y figurillas del geniecillo Bes, todo ello fechable en las postrimerías de la historia de Egipto (ca. 332 a. C.- 400 d. C.). Sin embargo, la verdadera riqueza de este descubrimiento casual, prácticamente idéntico al del poblado de los constructores de Gizeh, cuando una turista americana hundía las patas de su caballo en una tumba al sur de la conocida meseta cairota, está en la previsión de un hallazgo todavía mayor. El director de la excavación, Mohamed Ayadi, manifestó que en las galerías exploradas podrían albergarse más de 10.000 cuerpos. Estas momias, siguiendo la milenaria tradición egipcia instaurada por el dios de los embalsamadores, Anubis, han conseguido vencer el paso del tiempo, haciendo real uno de los sueños más anhelados por cualquier seguidor de los faraones: alcanzar la inmortalidad.

El Valle de las Momias de Oro

Hasta la fecha han aparecido cientos de tumbas repletas de momias anónimas. Es difícil saber cuántos cuerpos han aparecido ya que muchos estaban colocados sin cuidado unos encima de otros y el paso del tiempo ha mezclado los restos.

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