Sejmet

La religión y los dioses de Egipto

Cristina Carracedo – Marzo de 2002

Esta diosa que vamos a conocer seguramente la habréis visto infinidad de veces. Su nombre significa “La Poderosa”.

Normalmente aparece representada como una leona o una mujer con cabeza de leona, que lleva sobre su cabeza un disco solar con el ureo (cobra protectora). Así representa la energía destructiva del Sol, en los que une los poderes beneficiosos de este astro a sus cualidades negativas.

También era considerada la diosa de la guerra, pues cuando se enfadaba se convertía en una peligrosa leona, siendo una diosa muy temida.
Sin embargo, cuando se mostraba con un aspecto más tranquilo, se convertía en la diosa gata Bastet.

Pero Sejmet no fue tan terrible, pues también fue la patrona de los médicos. Era capaz de causar grandes enfermedades y epidemias, pero poniendo en marcha los medios necesarios para que las curaciones tuvieran resultados positivos, conseguían el apaciguamiento de Sejmet, recuperándose la salud de sus enfermos.

Sejmet era hija del dios Ra, esposa de Ptah y madre de Nefertum (dios loto). Aparece identificada con otras diosas, como Uadyet, Tefnut, Bastet y Mut.

Por su relación con el mito solar, formó parte de la leyenda de la Diosa Lejana, Sejmet era el ojo del dios del Sol Ra, y mostrándose muy enfurecida, la leona devoraba a todo aquel que se encontraba a su paso. Los dioses fueron en su busca tratando de apaciguar su ira, y así, prepararon un brebaje de color rojo, similar a la sangre, que vertieron en el suelo de modo que la diosa se lo bebió, de forma parecida a la inundación anual del Nilo. Y de este modo recuperó la calma volviendo junto a Ra. Unido al mito, durante la estación de la inundación del río, los egipcios celebraban “La Fiesta de la Embriaguez”, con el fin de mantener a Sejmet tranquila y sosegada.

Fue una diosa tan importante que el propio faraón Amenhotep III encargó que realizaran al menos 365 estatuas de Sejmet, con el fin de poder realizar una oración diaria y así tratar de mantener en calma a esta diosa tan fiera.

Su principal centro de culto se encuentra en la antigua Rehesu, conocida como Letópolis, aunque también fue adorada en el templo de Ptah en Menfis. Otros lugares donde fue venerada son Bubastis, Abidos o en el templo de Mut de Karnak.