La pirámide septentrional de Esnofru, es conocida comúnmente como la pirámide Roja por el color de la caliza utilizada en su construcción, tiene una pendiente que se corresponde exactamente con el ángulo de la parte superior de la pirámide Romboidal. Esto parece indicar que los arquitectos desearon tener en cuenta sus experiencias anteriores, utilizando un plano que era menos grandioso, pero que ciertamente se consideraba más seguro.
Con sus 220 metros de lado, la pirámide Roja, que originalmente estaba recubierta con bloques de caliza de Tura, a los cuales debe su nombre de “pirámide brillante”, es la segunda en cuanto a la longitud de su base, sólo superada por la de Quéope. La entrada al largo corredor que conduce a las cámaras subterráneas se encuentra a 28 metros de altura. Tras descender durante 60 metros, el corredor se abre en una habitación extraordinariamente bella con un techo en falsa bóveda de más de 12 metros de altura, constituido por once hiladas de bloques de caliza, cada una de las cuales, sobresale unos centímetros con respecto a la inmediatamente inferior.