Entre las aldeas de El Hawata y El Amiya, se identificaron en 1907 unos restos en principio asignados a un palacio. Tras su examen, lo reveló como un Maru (templo panorámico), con sus estanques, sus muelles, jardines, depósitos, despachos y sus templos solares con toldos para celebrar las miles fiestas Sed que regalaba Atón a la familia Solar.
B. J. Kemp describe el Maru Atón como dos recintos grandes y amurallados cuyos elementos arquitectónicos principales eran unos estanques poco profundos. Tenían a su alrededor unos jardines muy bien cuidados, dentro de los cuales habían pabellones y6 un grupo de santuarios , incluidas un grupo de plataformas “toldo” situadas en una isla rodeada de un foso poco profundo.
El complejo entero parece ejemplificar el espíritu del culto solar, al cual proporciona un paisaje idílico de jardines llenos de verdor y de agua, presidido desde lo alto por el Sol.
A pesar de que la mayor parte del material de piedra había sido saqueado en la antigüedad y la destrucción de los muros de ladrillo por los modernos buscadores de restos para vender, el conjunto era lo que se ha descrito. Fueron recuperados fragmentos suficientes de varias piedras y cerámica, no obstante, para revelar que aunque algunas decoraciones eran modestas si se las compara, por ejemplo, con los sobredorados y cristales traceados del Gran Palacio, el material de los otros templetes era de una gran calidad: alabastro, arenisca y granitos con incrustaciones de piedra de colores y cerámica. Ya, antes de su identificación, en 1896 partes de un pavimento decorado fue extraido por la Organización de Antigüedades de Egipto estando su mayor parte en el Museo de El Cairo.
Entre los restos arqueológicos hallados, se destac un grupo de vasijas de vino almacenadas en uno de los edificios.
Estos templos Maru se contienen en referencias de los textos de la época, habiendo construido uno de ellos Amenhotep III en su residencia tebana.
Fueron los templos Maru de Amarna que los excavadores sacaron a la luz los que provocaron la inquietud. Relataron que, a diferencia de los demás lugares, en muchos casos el nombre de Nefertiti había sido cuidadosamente eliminado de la sinscripciones, y que el de su hija mayor Meritatón, había sido escrito encima; los atributos distintivos de Nefertiti habían sido borrados con cemento, sus rasgos remodelados y su cabeza alargada hasta parecer el cráneo clásico de la princesa real. Las alteraciones fueron en la mayor parte de los casos aplicadas al cuerpo entero como, por ejemplo, en un grupo de edificios que parecían haber sido llamados los “toldos”.
Sin embargo, las recientes investigaciones de Perepelkin muestran que el nombre que fue substituido no era el de Nefertiti, sino el de la favorita Kiya, lo que puede demostrar que el Maru Atón fue un regalo de Ajenatón a su segunda esposa, ya con él desde los primeros años de existencia de Ajetatón. Más trarde, al hacer reina a Meritatón, pudo “heredar” el palacio en detrimento de la favorita.
El último templo del sur: Kom el-Nana
Las últimas excavaciones en Amrna, han llevado al descubrimiento de otro complejo religioso al Sur de Amarna, en un lugar conocido como Kom el-Nana. A diferencia del mencionado Maru Atón, el elemento arquitectónico central era un templo de piedra, si bien éste se hallaba rodeadoen parte de un jardín con arbolillos. Sin embargo, la construcción definitiva principal que hasta ahora se ha hallado en él es una serie de edificios, destinados a servicios, en el interior del amplio recinto amurallado. Incluía una gran panadería y, probablemente, talleres donde se fabricaban otros artículos, lo cual tal vez la convirtiese en una institución autosuficiente. Aún se desconoce el nombre ni el propietario del edificio, pero según apreciaciones del autor, la autosuficiencia del templo podría indicar un uso de aprendizaje religioso para el sacerdocio u oficiantes femeninas al estilo tebano de las “Esposas del Dios”.
Miguel Ángel Díaz
Noviembre de 2000