Nacho Ares – Mayo de 2007
Abdel Nur El-Din. Catedrático de Arqueología de la Universidad de El Cairo
Entrevista realizada el miércoles 23 de mayo de 2007 en Madrid
El doctor Abdel Nur El-Din es catedrático de arqueología en la Universidad de El Cairo, uno de los miembros más destacados del Consejo Superior para las Antigüedades de Egipto, institución que ha dirigido en dos ocasiones, y en la actualidad también secretario de la Biblioteca de Alejandría. Recientemente visitó España invitado por el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto para celebrar el X aniversario de esta institución. La ocasión sirvió para volver las colecciones egiptológicas en España, el templo de Debod.
Nur El-Din nos recibió cordialmente y nos contó su experiencia en el mundo de la docencia, sus comienzos como arqueólogo y su opinión sobre la presencia continua de Egipto en los medios de comunicación.
Nur El-Din es una verdadera institución en el mundo de la egiptología mundial. Su prestigio, después de una exitosa carrera en la que su trabajo ha sido reconocido en las más prestigiosas universidades del mundo, está fuera de toda duda.
Nur El-Din pasó por España unos días invitado por el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto para celebrar con una conferencia el décimo aniversario de la existencia de esta institución y recibir, al mismo tiempo, el nombramiento como miembro honorífico del instituto. Aprovechamos esa oportunidad para acercarnos al Instituto de Estudios Islámicos de Madrid y tener con él una breve charla sobre su carrera y cómo ve la situación de la egiptología en el ámbito internacional.
Sus comienzos en la Arqueología
La primera vez que me vi atraído por la arqueología fue muy al comienzo, cuando visité por primera vez las pirámides. Estaba en la escuela primaria y quedé impresionado por los monumentos. Más tarde, cuando ya estaba en la escuela secundaria continué viajando, en esta ocasión a Luxor, Aswan, y sobre todo el Museo de El Cairo. Tuve una visión completa de aquella gigantesca cultura, quise mejorar mis conocimientos sobre ella y por otro lado estudiar la lengua jeroglífica para poder leer sus textos antiguos. Entonces tuve la oportunidad después de la escuela secundaria de comenzar la Universidad, decidí estudiar arqueología. Mi intención fue estudiar arqueología general y egiptología en concreto.
La devolución de patrimonio
En los últimos tiempos, la disputa suscitada entre algunos países por la posesión de algunas piezas ha devuelto a la actualidad el polémico tema del tráfico de antigüedades. La opinión que tengo sobre la devolución de las piezas arqueológicas egipcias que están fuera de nuestras fronteras es muy clara. No es la primera vez que la manifiesto y se puede ver en otras intervenciones mías en los medios de comunicación. Entiendo que es realmente difícil hacer volver estos objetos. Chocamos también con las leyes locales de los países en donde se encuentras estas piezas, leyes que en ocasiones son muy estrictas.
En el año 1970 la UNESCO decretó una orden a partir de la cual cualquier país recuperaba piezas robadas de su territorio siempre que se hubieran robado después de 1970. El problema está en qué hacer con el material anterior a esta fecha. Para recuperarla hay que negociar y eso es realmente complicado. Pero lo que queremos conseguir es que Alemania, Italia, España, Rusia, Inglaterra, por ejemplo, puedan dejar piezas por un período de tiempo de tres meses, para realizar exposiciones temporales. Con ello conseguiríamos que los egipcios que no tienen posibilidades de viajar al extranjero, puedan disfrutar de piezas tan reseñables como la Piedra de Rosetta. Para que esto se consiga, tendría que haber una declaración de buenas intenciones, que sin lugar a dudas la hay.
No olvidemos que son objetos egipcios. Es mejor que desde el punto de vista de las relaciones humanas, si queremos crear estrechos vínculos de convivencia, los egipcios tuvieran la posibilidad de poder disfrutar de estos objetos en su territorio durante al menos tres meses.
Hay exhibiciones de piezas egipcias en todo el mundo con cientos de objetos que viajan de aquí para allá, para que puedan ser disfrutados por millones de personas. No es justo que nosotros estemos dando esa posibilidad y, en cambio, pidamos una sola pieza como la Piedra de Rosetta, y no se nos conceda. Aquí en España ha estado la exposición Faraón en las instalaciones de la Fundación Canal. El año próximo también España acogerá una nueva gran exposición de arte faraónico.
En segundo lugar, tienen que confiar en nosotros. Nosotros lo hacemos en ellos. Les mandamos cientos de objetos y no pasa nada. Tienen que saber que trataremos con extremo cuidado el Busto de Nefertiti o la Piedra de Rosetta. No olvidemos que estamos ante un legado de la Humanidad. Les damos la posibilidad de que ellos manden a sus propios técnicos, restauradores, conservadores, etcétera. Trabajaremos todos juntos en la exhibición de estos objetos para ofrecer la mayor seguridad posible. Por si esto no fuera poco, firmamos también cualquier clase de seguro. Cuando la exposición de Tutankhamón ha viajado a Estados Unidos, el embajador de este país en El Cairo, firmó la documentación correspondiente. Por lo tanto, tienen que confiar en nosotros y dejarnos disfrutar de este legado desde un punto de vista humano y emocional, ya sean objetos que hayan salido de nuestro país de forma legal o ilegal. Nos tienen que dar, al menos, esa oportunidad.
La egiptología en España
La egiptología española cuenta con un buen estado de salud. Está mejorando en muchos sentidos, desde el punto de vista académico y también en el terreno del trabajo de campo. Cuando por ejemplo yo fui secretario del Consejo Superior para las Antigüedades de Egipto, solamente había una misión arqueológica española en mi país. Y ahora hay cuatro misiones y hay una quinta en ciernes. Hay una misión en Oxirrinco, otra en Heracleópolis Magna y dos en Luxor. Desde el punto de vista académico hay un buen departamento de egiptología en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, con la Dra. Carmen Pérez Díe.
En este mismo terreno acabo de descubrir en estos días que la Universidad Complutense de Madrid, la más importante de la capital, cuenta con una cátedra de egiptología. Me gustaría que hubiera más cátedras de egiptología en otras grandes ciudades, por la sencilla razón de que esta ciencia en España despierta el mismo interés, si no más, que en otros países en donde hay más cátedras de egiptología como Italia, por ejemplo. Ello implicaría que también en breve podría haber un Instituto Arqueológico Español en Egipto, igual que funciona uno francés, húngaro, americano o alemán. Hay una casa en El Cairo que no sé por qué está cerrada que podría reorientar su funcionalidad a la de un instituto de egiptología. De esta manera, habría allí una institución dedicada al cuidado de las misiones arqueológicas españolas o para los estudiantes que se acerquen a Egipto y poder profundizar en sus investigaciones.
Se podrían hacer intercambios de estudiantes tal y como hacemos con otros países europeos como la República Checa, Rumanía o Hungría. Yo mismo estoy supervisando los trabajos de algunos de estos estudiantes. No tendría que ser necesariamente un intercambio egiptológico, sino que se podría hacer en relación a temas de cultura islámica. Contamos con una historia muy larga en este sentido y profundizar en su conocimiento sería positivo para conocer nuestras culturas un poco mejor. Hablo con el corazón y con la cabeza.
Tenemos muchos vínculos de unión con España desde el punto de vista cultural y el legado civilizador. Debemos demostrarlo con proyectos de este tipo. He hablado con muchos colegas, profesores de Historia, ponentes de congresos sobre cómo introducir la egiptología en medios como la Universidad Complutense y tenemos que conseguirlo. Respaldando el proyecto hay una importante Facultad de Artes, el propio Instituto de Estudios Islámicos que enseña árabe, etc.
La situación del templo de Debod
No creo que haya controversia tal y como se ha dicho últimamente en los medios de comunicación en España. No tengo nada que ver con elecciones ni con políticos. Yo me dedico también a la política, pero en mi país. Lo único que puedo decir es que el templo es admirable. Y digo esto porque puedo comparar. Lo vi hace doce años y he de decir que ahora está mucho mejor que entonces. En primer lugar, la ubicación en donde se encuentra el templo es realmente magnífica. Desde la planicie que hay en lo alto de la loma puedes ver el Palacio Real, los jardines que rodean el templo o el lago, que confieren al lugar un aspecto muy especial.
En segundo lugar, el templo está perfectamente reconstruido, y muy bien preservado. He estado viendo el templo en detalle en estos días y he de decir que está perfecto. Los sistemas de información son increíbles. Están en varios idiomas. Además, la forma que tienen de iluminar las escenas que se representan sobre las paredes, solamente presionando un botón se te ilumina una escena en concreto, es magnífica. Me gustaría saber qué templo en Egipto tiene este tipo de iluminación. Por desgracia, ninguno. La luz es perfecta. Es fría y no afecta a la piedra.
Hay gente que dice que hay grietas pero no son grietas, son las brechas de apenas unos milímetros o medio centímetro, que se dejaban en la construcción ya en la Antigüedad, al juntar las piedras para que pudieran respirar. Eso es algo que podemos ver en otros templos de Nubia.
Por otra parte, también he estado comprobando la temperatura del edificio, la humedad, etcétera y creo que está perfecto. Yo he sido máximo responsable del Consejo Superior para las Antigüedades de Egipto en dos ocasiones y jefe de la Asociación de Museos de mi país, he trabajado en la arqueología durante cuarenta años y no necesito el comentario de ningún otro especialista para que me diga que eso está bien hecho.
Ninguno de los templos que se rescataron del lago Nasser cuentan en la actualidad con los cuidados que tiene el templo de Debod de Madrid. Solamente son exposiciones de templos como objetos en sí mismos exhibidos en una especie de vitrina del desierto, pero no tienen nada de lo que tiene el templo de Debod.
No creo que el agua o la suciedad esté afectando al templo de la manera tan agresiva a como se dice. Estoy muy orgulloso de que el templo de Debod sea uno de los lugares de referencia de Madrid con mayor número de visitantes. Cuando lo visité fue al atardecer y era agradable ver a la gente paseando entre los pilonos o el lago artificial. Ya me gustaría a mí poder conservar los templos de Egipto tal y como vosotros hacéis en Madrid con Debod. Yo he visto el templo que hay en Italia, Holanda o Estados Unidos y no se puede comparar.
La Gran Pirámide y el ADN en momias
Uno de los aspectos que más crispan a la comunidad científica internacional es la frivolidad con la que en los últimos años se dan a conocer los descubrimientos arqueológicos en Egipto, promocionados por el Dr. Zahi Hawass, actual secretario general del Consejo Superior para las Antigüedades de Egipto. Le preguntamos sobre dos proyectos en concreto que han levantado mucha expectación: la apertura de una puerta secreta en la Gran Pirámide y el estudio de ADN de las momias reales del Museo de El Cairo.
Parece que la televisión y los grandes documentales han sustituido a la revista científica, algo que el Dr. Nur El-Din tampoco aprueba. No estoy de acuerdo con ninguno de estos dos proyectos. No es que esté en contra por problemas personales con el Dr. Zahi Hawass. Él fue alumno mío y trabajó en dos ocasiones bajo mi supervisión cuando yo era el responsable del Consejo Superior para las Antigüedades de Egipto y él estaba como jefe de la meseta de Gizeh. En primer lugar no creo que tras la puerta que apareció en 2002 en la Gran Pirámide exista algo. No hay ni habitación ni tesoros. No me creo que después de un corredor de más de 60 metros de largo con 20 centímetros de ancho pueda haber algo. Creo que detrás de toda esta historia no hay ciencia, sólo publicidad.
Este tipo de cosas hay que investigarlas siguiendo un proceso científico. Yo soy catedrático. Respeto el trabajo de los inspectores, pero creo que su trabajo es un poco hacer castillos en el aire. Cualquier clase de estudio con aparatos electromagnéticos requiere otro protocolo de trabajo. A veces he escuchado al Dr. Hawass diciendo que yo hice perforaciones en la Gran Pirámide cuando era jefe del Consejo Superior para las Antigüedades de Egipto. Pero no es cierto y la documentación está ahí para demostrarlo. Nunca permití que se hiciera un solo agujero en el corazón de la pirámide cuando todos los monumentos estaban a mi cargo. Lo que sí hice fue una perforación pero en el lecho rocoso de la meseta, en la zona más inferior de la pirámide, 140 metros bajo ella. Lo que buscábamos era la posible existencia de brechas en la pirámide. Para ello contábamos con técnicos muy valiosos franceses y egipcios.
Por otra parte, en lo que respecta al ADN, creo que no tenemos que tocar las momias reales. No estoy muy de acuerdo en lo que se ha hecho con el cuerpo de Tutankhamón. Hay que conservar su dignidad y en un estado de conservación óptimo. No olvidemos que son restos humanos. Cuando el cuerpo de Tutankhamón se exhibió a todo el mundo, en ese mismo instante, perdió su dignidad. Teníamos una idea casi idealizada de él a través de la máscara y los ataúdes de oro y los tesoros descubiertos en su tumba, pero todo eso se viene abajo cuando mostramos sus huesos, sus miembros separados, etcétera. Cuando fui jefe del Consejo Superior para las Antigüedades de Egipto nunca quise levantar la tapa del sarcófago de su tumba en el Valle de los Reyes y ver su momia.
Yo he descubierto en mis excavaciones restos humanos de personas, pero nunca se me ha pasado por la cabeza montar un espectáculo televisivo con ello. Luego está lo del ADN ¿para qué vamos a estar con las historias del ADN? Detrás de eso más que un interés científico están los proyectos televisivos de Discovery Channel y de National Geographic. Con estos estudios se consigue una publicidad importante pero nada científico. No hay que tocar la Gran Pirámide ni la momia de ningún egipcio o de cualquier otra persona.
Finalmente, en lo que respecta la KV63 en el Valle de los Reyes, si fuera una investigación seria se habría guardado la información y no se hubiera difundido como se ha hecho y de la forma en que se ha hecho. No hay que tener prisas. Hay que esperar. Lo que debería haber hecho Otto Schaden, de la Universidad de Memphis (EE.UU.), y el Ministerio de Cultura es anunciar el hallazgo de unos restos en lo que se observa material de momificación, nada más. Hay que trabajar con mucho cuidado. Ciertamente, los americanos no han dicho una palabra ni han abierto la boca para nada. Creo que fue un error anunciar el hallazgo de manera precipitada desde el Consejo Superior para las Antigüedades de Egipto. Lo que se ha conseguido es improvisación.
El doctor Abdel Nur El-Din, cuenta con un prestigio y un reconocimiento en su país que no teme las consecuencias de sus declaraciones. Además, lo más importante, tampoco está faltando a la verdad y es una de las pocas personas que se han atrevido a denunciar la escurridiza situación de la egiptología en los últimos años en el país del Nilo.