La tumba de Tutankhamon

Faraones

Cristina Carracedo – Marzo de 2001

El hallazgo de la tumba de Tutankhamon fue un hecho muy importante en la egiptología, ya que fue la única tumba de un faraón que se encontró intacta.

La tumba de Tutankhamon

Nadie anteriormente, salvo Howard Carter, había entrado en la tumba. ¿Os podéis imaginar lo que supuso eso? ¿Cómo se sentiría el equipo arqueológico que le acompañaba en aquel momento? ¡Más de 3000 años cerrada!

La tumba de Tutankhamon

El 26 de noviembre de 1922, Carter y Lord Carnarvon, director de la excavación, abren por primera vez la tumba de éste faraón entonces desconocido. Carter permanecía en silencio, y Carnarvon le preguntó: – “¿Ve algo?“. Y la respuesta de Carter, que observaba emocionado fue: – “Sí, cosas maravillosas”.

Y fue de este modo cómo hallaron el tesoro mejor guardado del Antiguo Egipto. Su tumba, a pesar de ser pequeña y sencilla, estaba repleta de riquezas asombrosas. El ajuar funerario de Tutankhamon constituye uno de los grandes tesoros arqueológicos de la Antigüedad.

La tumba de Tutankhamon

La primera parte a la que accedieron fue la Antecámara. Estaba muy desordenada por culpa de los ladrones que habían intentado saquear la tumba, pero los guardianes de la necrópolis la volvieron a sellar. En su interior, ante la cámara funeraria sellada, se encontraron dos estatuas de tamaño natural del faraón, de madera recubierta con resina negra y láminas de oro. También multitud de objetos personales de gran riqueza: cofres, sillas y tronos de gran valor, un lecho funerario con forma de león, otro con la cabeza de vaca de la diosa Hator, vasijas de alabastro, carros reales desmontados, otro lecho con la cabeza de hipopótamo de la diosa Tueris, etc. El inventario de esta antecámara es muy amplio y valioso.

La tumba de Tutankhamon La tumba de Tutankhamon

Con enormes dificultades, consiguieron acceder a la Cámara Funeraria real. Dentro estaban cuatro sepulcros dorados encajados uno dentro de otro, con un magnífico sarcófago (ataúd de piedra). Dentro de este sarcófago se contenía tres más, también uno dentro de otro. Y en el último estaba la momia de Tutankhamon, que llevaba una máscara de oro.
La cámara funeraria era la única sala de la tumba que contenía pinturas murales en las que se mostraban escenas funerarias y la entrada del difunto en al Más Allá, seguido por su ka (espíritu), recibido por el dios Osiris.

La tumba de Tutankhamon La tumba de Tutankhamon

Tras un pasaje abierto, descubrieron una pequeña estancia a la que Howard Carter llamó Sala del Tesoro. Dentro había maravillas. Una majestuosa estatua de Anubis, el dios con cabeza de chacal, vigilaba la entrada a la sala.

Al otro lado había un enorme sepulcro dorado, protegido por las estatuas de las diosas Isis, Neftis, Neith y Selkis. En él se guardaban los cuatro vasos canopos (donde se depositaban algunos órganos internos del cuerpo a la hora de momificar al difunto).

La tumba de Tutankhamon

La tumba de Tutankhamon La tumba de Tutankhamon

También había cofres, cajas que contenían joyas, amuletos, altares que contenían estatuillas de oro de los dioses y del mismo Tutankhamon, maquetas de barcas para que el rey las usara en el Más Allá.

La tumba de Tutankhamon

La tumba de Tutankhamon

Pero aquí no terminaron los hallazgos. Tras un lecho de la antecámara, había un pequeño agujero a ras de suelo. Cuando Carter se introdujo por él descubrió una nueva sala: el Anexo. Esta fue la última sala en vaciarse y era la más pequeña. Encontraron más de 2000 objetos apilados unos sobre otros: 236 figuras ushebti (sirvientes del faraón para el Más Allá); arcos, flechas, palos para lanzar, armaduras y escudos; tres lechos sencillos y una camastro de campaña plegable; tableros y fichas del juego del senet; trono y escabel; 116 cestas de comida y 30 tinajas de vino; cosméticos y una navaja de afeitar.

Está claro que la labor de los arqueólogos no fue nada fácil. Y hay que agradecer al Sr. Carter y a su equipo el esmero y la paciente dedicación que emplearon a la hora de proteger y sacar todos y cada uno de los objetos de la tumba para hacer posible que hoy en día conozcamos el gran tesoro de Tutankhamon y algo más sobre la desconocida vida de este joven faraón.

Se tardaron diez años en vaciar la tumba, pero su trabajo mereció la pena. Hoy podemos contar con las fotografías, bocetos, trabajos de laboratorio y de conservación para saberlo. El cuidado en la protección y transporte de cada objeto hasta llegar a su destino, el Museo de El Cairo, han hecho posible que hoy en día podamos disfrutar de ello.

La tumba de Tutankhamon

En la actualidad, miles de personas pueden visitar la tumba de Tutankhamon, donde descansa de nuevo su momia en el interior del sarcófago; y ver sus tesoros en el Museo de El Cairo. Además se han hecho multitud de exposiciones itinerantes para que el mundo pueda contemplar muchos de estos maravillosos objetos.

Posiblemente algún día vosotros también podréis visitarlos e imaginar como se sintieron al descubrir este tesoro.

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