Basílica de Hermópolis Magna

Hermópolis Magna

En la Baja Época, y particularmente en los períodos ptolemaico y después romano, la ciudad toma un nuevo vigor: el culto a Tot se hizo muy popular y fue asimilado por los dirigentes griegos al de Hermes. Subsisten vestigios del foro y de la basílica romanos, así como el trazado de las vías principales, sobre todo la que conducía a Antinoe, fundada por el emperador Adriano en el siglo II, en honor a su amante Antinoo.

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